Ezequiel Elizalde Flores fue secuestrado en 2005 por la banda "Los Zodiaco". |
México.- Este miércoles, la Suprema
Corte de Justicia de la Nación (SCJN) decidirá si libera o no a la
ciudadana francesa Florence Cassez, sentenciada a 60 años de prisión por
haber participado en el 2005 en el secuestro de tres personas, una de
ellas un menor de edad.
Como se recordará, el caso, que ha sido
puntualmente seguido tanto por medios nacionales como internacionales,
es de gran trascendencia porque levantó un ríspido muro en las
relaciones diplomáticas entre México y Francia.
A continuación, la carta íntegra:
Laredo, Texas • Me
permito escribirle como un ciudadano y una persona preocupada por la
seguridad de los mexicanos, así como mi propia seguridad.
Por medio de esta carta me dirijo a usted en su calidad de Presidente de la República Mexicana.
Señor presidente Enrique Peña Nieto,
de la manera más atenta posible y de la forma más respetuosa le suplico
me escuche: Usted ya conoce este caso sobre la ciudadana francesa
Florence Cassez y de la banda Los Zodiaco. Y dichos integrantes.
En 2005 fui secuestrado por esta
organización criminal llamada, de la cual era Florence Cassez integrante
y partícipe de esta organización.
También quiero mencionar que
reconozco plenamente y sin temor a equivocarme a Cassez como mi
secuestradora y que fue ella quien me diera de comer en la primera casa
de seguridad y que fue ella misma quien me inyectara el dedo de mi mano
izquierda para amputármelo y ser método de presión sobre mi familia,
para el pago del rescate.
El 9 de diciembre fue un día en el
cual tres personas volvimos a nacer y tener una segunda oportunidad,
aquel día nunca lo olvidaré porque fue lo más maravilloso de nuestras
vidas, el salir de una pesadilla en la que vivimos 65 días de temor y de
angustia, vivimos los tratos más horribles que se le pueden hacer a un
ser humano y vivir la humillación a suplicar por nuestras vidas a cada
instante.
Hoy le doy gracias a Dios por esta
nueva vida, y el permitirme seguir adelante y luchando por cambiar algo
que es posible (un cambio).
Señor Presidente, esta gente nunca
se tentó el corazón y nunca nos dio el derecho de hablar con nuestras
familias ni nada; hoy le suplico y le imploro, con el corazón en la mano
se lo digo: no permita salir a una criminal de prisión sabiendo que
tiene todas las pruebas en su contra.
Todavía recuerdo su cara y el odio con la que ella me daba a escoger entre un dedo o una oreja.
Ella tiene todo el apoyo de su país y
de mucha gente e incluso la de mi país, y no es posible que esta gente
que lastimó y que dejó marcada a muchas familias mexicanas por este
doloso delito, esté por salir libre de una condena que es muy corta y
que es insignificante por todo el daño que hizo.
Se ratificó su culpabilidad y se tienen las pruebas necesarias para que permanezca en prisión por los delitos de secuestro.
Aún estando lejos de mi país, sigo
luchando por nuestros derechos como ciudadanos y como gente que tiene
miedo al rechazo de nuestras autoridades.
Es por ello que le pido y le suplico todo su apoyo y comprensión en este caso que nos afecta a todos.
Por un México seguro y con justicia.
Fuente : Proceso
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