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lunes, 6 de mayo de 2013

Que tienen en común Einstein, Newton, DaVinci, Tesla, Edison

Eminentes científicos e inventores a favor del vegetarianismo
Con el fin de ayudar a preservar los recursos naturales de nuestro planeta, muchos de los más grandes pensadores del mundo y científicos a través de la historia, han observado una dieta vegetariana y han afirmado la necesidad de ésta desde el punto de vista tanto moral como lógico.
                                                    
Por ejemplo, Sir Isaac Newton, “el padre de la física”, y Leonardo Da Vinci, un científico de medio tiempo, quien hizo importantes descubrimientos en hidráulica, óptica y mecánica, fueron ambos vegetarianos. De hecho, Da Vinci era tan ferviente acerca del vegetarianismo que compraba pollos enjaulados y los liberaba.
Además, Srinivasa Ramanujan (1887-1920), considerado el más grande matemático de los últimos 1000 años, también era vegetariano.

Otro entusiasta vegetariano, el gran inventor, físico e ingeniero Nikola Tesla (1856-1943), quien ayudó a desarrollar el sistema eléctrico AC (de corriente alterna) utilizado para darle energía a la civilización moderna, vivió en suntuosidad, con comidas personalizadas ordenadas en el Hotel Waldorf-Astoria, en
 Nueva York. En relación a los beneficios físicos y morales del vegetarianismo, Tesla escribió
                                                            :
“Según principios generales, la crianza de ganado como medio para proveer alimento, es objetable. Ciertamente es preferible hacer cultivar vegetales y pienso, por lo tanto, que el vegetarianismo es un distanciamiento encomiable del barbárico hábito establecido. Que podamos subsistir a base de alimentos derivados de las plantas y desempeñar nuestro trabajo incluso ventajosamente, no es una teoría, sino un hecho bien demostrado. Muchas razas que viven casi exclusivamente de vegetales son de un físico y fortaleza superiores. No hay duda de que algunos alimentos derivados de las plantas, como la avena, son más económicos que la carne, y superiores a ésta con respecto tanto al desempeño mecánico como al mental. Tales alimentos, además, ponen a prueba decididamente menos a nuestros órganos digestivos y, al hacernos más satisfechos y sociables, producen una cantidad de beneficios difíciles de estimar. Viendo estos hechos, debería hacerse todos los esfuerzos por detener la desenfrenada y cruel matanza de animales, la cual puede ser destructiva para nuestra moralidad.                                                        
El progresista Tesla también teorizó que algún día la humanidad podría aprender a sustentarse por sí misma directamente haciendo uso del campo de energía universal.
                                                          
 Además, Thomas Edison (1847-1931), el más grande inventor en la historia y también vegetariano, escribió: “El vegetarianismo tiene una poderosa influencia sobre la mente y su funcionamiento, así como sobre la salud y vigor del cuerpo. Hasta que dejemos de dañar a todos los otros seres vivos, aún seremos salvajes”.
Otro vegetariano eminente fue Albert Einstein (1879-1955), ampliamente considerado como el científico más grande del siglo XX y promotor de la paz de toda la vida, dijo: “Nada beneficiará a la salud humana e incrementará las probabilidades de supervivencia de la vida sobre la Tierra como la evolución hacia una dieta vegetariana.” En una nota similar declaró: “Nuestra tarea debe ser ampliar nuestro círculo de
                                                        
compasión, para así incluir a todas las criaturas vivientes y a la naturaleza entera en su belleza”. Y, el día en que se volvió vegetariano, Einstein escribió en su diario: “De modo que estoy viviendo sin grasas, sin carne, sin pescado, pero me siento muy bien así. Siempre me ha parecido que el hombre no nació para ser carnívoro”.
Desde que Einstein presentó su innovadora teoría de la relatividad hace cien años, el mundo no ha visto a nadie que iguale su genialidad; sin embargo, un físico contemporáneo, Edward Witten, es visto por muchos como su sucesor y también es conocido como el matemático y teórico de la “teoría de las cuerdas”* más importante del mundo. Además de sus destrezas científicas, Witten es similar a Einstein en cuanto él es vegetariano y trabaja en los mismos problemas de la física y en el mismo edificio de la Universidad de Princenton en donde Einstein trabajó.
El protegido más famoso de Witten es Brian Greene, quien ha refutado la teoría de Einstein de que el espacio puede alargarse pero no rasgarse. A la edad de nueve años, Greene podía multiplicar números de treinta dígitos en su cabeza y, por supuesto, él también es vegetariano. A continuación, algunos extractos de una entrevista exclusiva sobre ciencia, moralidad y vegetarianismo que el Sr. Green llevado a cabo para la Revista Noticias de la Maestra Suprema Ching Hai.
P: ¿Por qué piensa usted que tantos de los grandes genios han sido vegetarianos?
B: Según mi limitada experiencia, los vegetarianos típicamente son personas que están deseosas de cambiar el orden usual y aceptado de las cosas. Más aún, a menudo son personas dispuestas a sacrificar sus propios placeres en busca de lo que creen que es correcto. Estas mismas cualidades son a menudo lo que se necesita para producir grandes progresos en las artes y las ciencias.
Q: ¿Por qué cree que otros científicos aún no son vegetarianos?
B: Yo preguntaría, más generalmente, por qué la vasta mayoría de las personas no son vegetarianas. Pienso que la respuesta es que la mayoría de las personas no cuestionan la práctica de comer carne ya que siempre la han tenido. Muchas de estas personas se preocupan por los animales y el medio ambiente, algunos profundamente. Pero por alguna razón —la fuerza del hábito, las normas culturales, la resistencia al cambio— hay una disparidad insalvable fundamental por la que estos sentimientos no se traducen en cambios de comportamientos.
Q: ¿Qué lo inspiró a volverse vegetariano?
B: Literalmente, fue un platillo — costillas de cerdo — que mi madre cocinó cuando tenía nueve años. Las costillas hicieron la conexión entre la carne y el animal del que venía directamente; me horroricé y declaré no volver a comer carne nunca más. Y nunca lo hice. El volverme vegetariano estricto sucedió después. Visité una finca de rescate de animales al norte de Nueva York y aprendí mucho acerca de la industria láctea, lo cual me perturbó tanto que no pude continuar apoyándola. En unos días renuncié a todos los lácteos.
Hoy en día, incluso los científicos no-vegetarianos también entienden las bases físicas del vegetarianismo y cómo éste puede contribuir al bienestar medioambiental de la Tierra. Por ejemplo, un físico del Reino Unido, Alan Calverd, recientemente salió en titulares con la siguiente declaración acerca del calentamiento global y el estilo de vida vegetariano: “Adoptar una dieta vegetariana puede hacer más por el medio ambiente que el quemar menos aceite y gas”.
De los ejemplos citados, podemos ver que científicos eminentes a través de la historia han confirmado las ventajas de una dieta vegetariana desde el punto de vista de la moralidad, la compasión y también desde la perspectiva de que es necesario asegurar el bienestar de nuestro planeta. De modo que, con sólo cambiar nuestros hábitos alimenticios, podemos llevar infinitos beneficios a la humanidad.
Fuente : Algoestacambiando

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