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jueves, 7 de marzo de 2013

Se mantiene brecha salarial entre hombres y mujeres, aunque tengan puestos similares

Una experta de la UNAM señaló que las mujeres pueden tener las mismas responsabilidades y cargos que los hombres, pero ganan menos; si son madres, no compiten por puestos más altos y se les castiga diversos factores.
Se mantiene brecha salarial entre hombres y mujeres, aunque tengan puestos similares
La mayoría se inserta en el sector informal de la economía, que genera casi 60 por ciento de los empleos del país.

México.- Aun cuando en las últimas tres décadas las mujeres mexicanas han logrado insertarse en todos los ámbitos del mercado laboral todavía perciben menos salarios que sus compañeros varones aunque tengan puestos similares y mismas responsabilidades. 
Patricia Rodríguez López, del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, indicó que dicha inserción implicó la transformación política, social y económica del país y ahora las mujeres son reconocidas en todos los ámbitos de la vida pública, más allá del trabajo doméstico. 
En el marco del Día Internacional de la Mujer, que se celebra el 8 de marzo, la especialista recordó que según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) en el cuarto trimestre de 2012, 18 millones 429 mil 727 mujeres formaban parte de la población ocupada en el país. 
En un comunicado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), añadió que a la fecha casi 45 por ciento de las mujeres mayores de 14 años tiene un empleo, pero aclaró que desde los años 80 la participación de las mujeres en los sectores productivos creció ante la necesidad de aportar al ingreso familiar. 
En su mayoría, se desempeñan en el sector de servicios como vendedoras, profesoras, enfermeras y cuidadoras de niños, por los roles sociales asignados a su género; tienen estudios de bachillerato y ganan de dos a tres salarios mínimos, precisó la investigadora. 
Además, dijo, casi cuatro de cada 10 hogares en México tienen jefatura femenina, lo que refleja el aumento de su presencia en la economía y el mercado laboral. En 1970, su participación era de 17 por ciento, y en 2010 aumentó a 39 por ciento. 
Rodríguez López destacó que a la par, su nivel educativo se ha incrementado, porque las que estudian promueven la instrucción de sus hijas. 
En este ámbito, el rezago de las niñas respecto a los varones ha disminuido y ahora, entre sus objetivos de vida, se incluye la inserción en el mercado laboral, expuso.
La especialista apuntó que de manera usual desempeñan una doble jornada: además de su empleo, se encargan del trabajo doméstico, aunque esto último no se toma en cuenta por no generar ganancias económicas. 
Comentó que al ser más de la mitad de la población y del padrón electoral, no puede aceptarse la idea de que es una pérdida de tiempo y recursos que las mujeres se preparen, pues deben quedarse en casa sin participar en la toma de decisiones. 
Asimismo, apuntó que en el país pocas mujeres tienen condiciones laborales adecuadas a su preparación; 38 por ciento de las jóvenes con licenciatura no ejercen su carrera, dos de cada tres profesionistas ganan menos de tres salarios mínimos y las tasas de desocupación son más altas en las mujeres con mayor instrucción. 
En los niveles de hasta tres minisalarios no existe una brecha marcada entre las percepciones, al ser tan bajas. Entre más estudios tienen las trabajadoras que desempeñan puestos más altos, las diferencias de género e ingreso se amplían. 
En este contexto, Rodríguez López sostuvo que hay pocas mujeres a nivel de gerencias o directivos. En las grandes empresas, de cada 10 directores generales, ocho son hombres, y siete de cada 10 funcionarios en el país federales o estatales varones. 
Señaló que las mujeres pueden tener las mismas responsabilidades y cargos similares, pero ganan menos; si son madres, no compiten por puestos más altos y se les castiga por no tener disponibilidad de tiempo, viajar o cambiar de residencia. 
La mayoría se inserta en el sector informal de la economía, que genera casi 60 por ciento de los empleos del país. Es el caso de las trabajadoras domésticas en zonas urbanas, que apoyan a empleadas de otros sectores en las labores del hogar, ejemplificó. 
Las asalariadas con mayor preparación, que ocupan puestos en el sector formal, las contratan con salarios bajos, condiciones precarias de trabajo, sin prestaciones, jornadas extensas sin descanso y, además, son discriminadas, subrayó. 
El Día Internacional de la Mujer, expuso, es la oportunidad de reconocer sus aportaciones e inculcar el deseo de prepararse, participar en las decisiones en los ámbitos privado y público y ser parte de los cambios para lograr mejores condiciones de vida. 
Fuente : SDPnoticias

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