CANCUN, Q. Roo (apro).- Con 79 años a cuestas, el maya Luis May Dzidz
recuerda cuando, junto con otros 65 indígenas quintanarroenses, fueron a
Venezuela para ser operados de padecimientos en los ojos, como parte
del programa ‘Misión Milagro’, promovido por el extinto mandatario Hugo
Chávez.
“Que Dios bendiga, al presidente Chávez. Es lo que pido”,
dice el anciano maya, en agradecimiento a aquel gesto humanitario que le
devolvió la vista después de siete años de una ceguera parcial
provocada por las cataratas. En aquel entonces, tenía 72 años de edad.
“Es una cosa maravillosa. Es gran favor que siempre le agradecerá”, sostiene Luis, que radica en la comunidad de Chacchoben.
La
posibilidad de que más mayas quintanarroenses tuvieran acceso al
programa venezolano impulsado por Hugo Chávez fue boicoteado por dos
personajes políticos: el entonces presidente Vicente Fox y el gobernador
Félix González Canto.
El entonces presidente municipal de
Felipe Carrillo Puerto, Eliseo Bahena, recuerda que la misma presidenta
de la Comisión para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDU),
Xóchitl Gálvez, trató de disuadirlo para que un grupo de 66 mayas
quintanarroenses no acudiera a Venezuela a ser operados de cataratas y
carnosidad.
“No los lleves, espérate tantito. Ya vamos enviar los
apoyos”, refiere Bahena de aquel diálogo con Gálvez, cuando ya todo
estaba listo para el viaje a Venezuela.
Bahena recuerda que, poco
después del inicio de su gestión, en 2005, conoció de “Misión Milagro”,
y acudió hacia la representación diplomática de Venezuela en México.
Reconoce que era tiempos difíciles en las relaciones bilaterales entre México y Venezuela.
El
entonces edil perredista de este municipio de la zona maya de Quintana
Roo hizo contacto con Eloísa Lagonell, ministra consejera de la Oficina
de Negocios de Venezuela en México.
“Le pedí que ayude con el programa “Misión Milagro” del presidente Chávez”, menciona Bahena.
La
respuesta de la diplomática fue afirmativa y el edil logró reunir en
unas cuentas semanas a 96 pacientes con problemas de cataratas y
carnosidad.
Todo iba bien, pero de repente empezaron haber problemas hasta con los mismos pacientes.
“De repente 30 se desligaron”, dice el exedil.
Cuenta
que colaboradores del entonces gobernador González Canto esparcieron
rumores en la comunidad de Felipe Carrillo de que si iban a Venezuela,
estaban hasta en riesgo de morir, si eran operados.
Finalmente, sólo quedaron 66.
La
comuna de Felipe Carrillo Puerto se encargó de los trámites, ante la
Secretaría de Relaciones Exteriores, estudios preoperatorios de los
pacientes en una clínica privada, y el traslado de sus comunidades al
aeropuerto de Chetumal, con una inversión de 150 mil pesos.
“El
presidente Chávez envió un avión 727 para 150 pasajeros. Fuimos 66
pacientes, seis personas de apoyo, el presidente municipal y la
presidenta del DIF”, menciona.
Sin embargo, no olvida que hubo
problemas para que el gobierno federal autorizara el aterrizaje de este
avión, en el aeropuerto de Cancún o de Chetumal, la capital del estado.
Bahena
sostiene que la operación de los 66 mayas estuvo en riesgo en todo
momento por el diferendo bilateral que mantenían en aquel tiempo los
mandatarios Fox y Chávez.
“Entonces amagamos con irnos a Belice y desde el aeropuerto de ahí, irnos a Venezuela”, apunta.
Finalmente,
la Dirección de Aeronáutica Civi, les dio permiso y el 16 de julio de
2006, los 66 mayas fueron a Felipe Carrillo Puerto.
Por la tarde, llegaron a Maracay, a unos 100 kilómetros de Caracas. Ahí fueron hospedados en el Liceo El Libertador.
“En
el Liceo nos hospedaron, realizaron los exámenes preoperatorios, las
operaciones y el reposo. Las 66 personas que fueron operadas
permanecieron 15 días en Venezuela”.
El exalcalde perredista
indica que los 66 mayas operados provenían de Felipe Carrillo Puerto,
José María Morelos, Benito Juárez (Cancún) y Bacalar, en donde se ubica
Chacchoben, lugar donde radica Luis May Dzidz.
Eliseo Bahena dice
que la operación de los 66 mayas era parte de un programa más ambicioso,
que el presidente Chávez ofreció equipar un Centro de Diagnóstico de
Alta Tecnología”.
Lamentablemente, dice, el gobernador González Canto no quiso donar un inmueble para habilitar el centro.
“Construir el edifico costaba 50 millones pesos, que era dinero que no teníamos en nuestro municipio”, refiere.
Pero, el boicot gubernamental fue más allá:
Semanas
antes del viaje a Venezuela, el entonces secretario estatal de salud,
Amílcar Rosado, anunció un programa de “Cirugías Extramuros” para
atender afectaciones por cataratas y carnosidad.
“Solo duro una semana y no volvieron”, cuenta Bahena.
Y
a casi siete años del viaje de 66 mayas a Venezuela, todavía no hay
oftalmólogo de planta en el hospital regional de Felipe Carrillo Puerto.
El
actual regidor del ayuntamiento, Carlos Chablé, del PT, reconoce el
apoyo que Chávez brindó a la población de la zona maya de Quintana Roo.
“”Hay
un bien recuerdo de esta acción del pueblo venezolana, con su
presidente Hugo Chávez, hacia el pueblo mexicano, específicamente al
pueblo maya”, concluye.
Fuente : Proceso
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