BERLÍN (proceso.com.mx).- Los servicios secretos de Estados Unidos
han espiado sistemáticamente al gobierno mexicano de tal forma que hasta
el contenido de mensajes de texto y correo electrónicos del presidente
Enrique Peña Nieto y gente de su entorno son conocidos de primera mano
por el gobierno estadunidense.
Lo anterior de acuerdo con información publicada este domingo por el
semanario alemán Der Spiegel que cita informes secretos de la Agencia
Nacional de Seguridad (NSA, por sus siglas en inglés) que obran en la
base de datos de Edward Snowden.
Los documentos citados revelan cuando menos tres operaciones de
espionaje enfocadas a México y que se habrían desarrollado desde el año
2010, cuando Felipe Calderón era aún presidente, y se extienden hasta la
actual administración de Enrique Peña Nieto.
Der Spiegel señala que la NSA tiene una sección para casos
“delicados” denominada “Tailored Access Operations” (Acceso a
operaciones hechas a medida) y enfocado a objetivos particulares y
México se ubica dentro de esta categoría. El personal de la NSA habría
informado desde mayo de 2010 sobre la ejecución de programas de
espionaje para el país.
De acuerdo con un informe clasificado citado por el semanario alemán,
los servicios secretos estadunidenses señalan que ” por primera vez se
logró infiltrar la red del servidor central” de la presidencia y se
“obtuvo acceso general a la cuenta de correo electrónico del jefe de
Estado”. Tal operación recibió el nombre de “Flatliquid” y, de acuerdo
con los reportes, se trató de una fuente de información “lucrativa” pues
con ella se tuvo acceso inmediato a la oficina del presidente. El
hackeo del dominio del correo electrónico de presidencia también
incluyó a miembros del gabinete.
El texto de Der Spiegel es firmado, entre otros periodistas, por
Laura Poitras, quien además de Gleen Greenwald, es la única persona que
ha tenido acceso a los archivos de la NSA revelados por Edward Snowden, y
profundiza en la labor de espionaje que Estados Unidos ha realizado en
la región, específicamente en México y Brasil.
Según Der Spiegel, tanto México como Brasil pertenecen a los Estados
incluidos en una lista de espionaje prioritario que data de abril de
2013 y en la que ambos países ocuparían puestos en la parte más alta de
la lista. Dicha lista habría sido autorizada por la Casa Blanca y
aprobada por el presidente estadunidense Barack Obama. En ella se
exponen además las estrategias para todos los servicios secretos de
Estados Unidos y contiene una escala que se eleva de 1, para los casos
de alta prioridad, hasta 5, para los de menor prioridad.
Para el caso de México, los estadunidenses tienen como prioridad los
temas de narcotráfico, al que le otorgan un nivel de prioridad 1; y de
gobierno, al que otorgan un nivel de prioridad 3. Dentro de este rubro
de gobierno los Estados Unidos desean conocer todo sobre la estabilidad
económica del país, sus capacidades militares, los derechos humanos, el
comercio internacional (todos con un nivel 3 de prioridad) y el
contraespionaje (al que confieren un nivel 4) .
“Qué tan intensivamente atacaron los estadunidenses a sus vecinos
(Brasil y México), lo demuestra la hasta ahora desconocida operación en
México que la NSA bautizó como “Whitetamale” (Tamale blanco), revela Der
Spiegel. Los documentos internos citados por el semanario alemán
refieren una segunda operación en contra de México en agosto de 2009,
cuando los servicios secretos lograron tener acceso a los correos
electrónicos de altos funcionarios del gobierno mexicano, que actúan
contra narcotraficantes y traficantes de personas.
Mediante esta operación de hackeo, Estados Unidos recibió información
no sólo sobre diferentes cárteles de la droga, sino que también tuvo
acceso a documentos de negociación diplomática.
En sólo un año, revelan los documentos, de la Operación Tamal se
desprendieron 260 informes secretos. “La información de estos documentos
habría permitido a políticos estadunidenses llevar a cabo
conversaciones exitosas en referencia a preguntas políticas así como
también la planeación exitosa de inversiones internacionales”.
El nivel de intromisión del gobierno de Estados Unidos en los asuntos mexicanos
Se revela en la cita de uno de los documentos secretos hecha por Der
Spiegel: “Planeamos que el acceso a distintas autoridades de gobierno
mexicanas sea sólo el inicio para seguir profundizando en los objetivos
de importancia”, señala el documento, en el que además se califica de
“espléndido” el éxito obtenido en la operación.
San Antonio, Ciudad de México y Brasilia, fueron las sedes desde
donde se condujeron las operaciones de espionaje. El programa utilizado
para ello se llamó “Special Collection Service” y fue puesto en marcha
junto con la CIA. De acuerdo con las informaciones, el equipo de
espionaje dispuso de un amplio espectro de posibilidades y alta
tecnología con la que fue posible interceptar distintos tipos de
comunicaciones.
Una tercera operación de espionaje contra México sería que la fue
bautizada como “Eveningeasel”, cuyo objetivo fue interceptar
conversaciones y comunicaciones en la telefonía celular del gobierno
mexicano.
Der Spiegel revela también que el espionaje en contra del actual
presidente mexicano, Enrique Peña Nieto habría comenzado al inicio del
verano de 2012 cuando el gobierno estadounidense deseaba conocer
realmente cómo pensaba y cuál era la estrategia del nuevo mandatario,
más allá de las promesas de campaña y compromisos que no paraba de hacer
públicamente.
“Durante dos semanas el departamento responsable de la NSA para el
gobierno mexicano evaluó, entre otras cosas, las comunicaciones
celulares de Peña Nieto así como de nueve miembros de su equipo de
confianza”. De acuerdo con los documentos, se interceptaron 85 mil 489
SMS, parte de los cuales fueron enviados por el propio Peña Nieto.
Fuente : Proceso
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