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domingo, 23 de diciembre de 2012

Walmart de Teotihuacán, historia de la polémica que revive

La Bodega Aurrerá ubicada a un kilometro y medio de las pirámides de Teotihuacán, y que hace ocho años provocó una inconformidad social que incluyó una huelga de hambre encabezada por activistas, vuelve a la polémica luego de que se diera a conocer que autoridades mexicanas presuntamente recibieron sobornos para que avalaran la construcción de esta tienda perteneciente a la cadena Walmart.
   En 2004 activistas se opusieron a la obra, la cual según NYT se permitió a través de sobornos a funcionarios públicos.

Este lunes, The New York Times reveló que Walmart de México presuntamente entregó en 2003 sobornos por 200,000 dólares para que funcionarios del municipio de San Juan Teotihuacán permitieran la construcción del supermercado cerca de esta  zona arqueológica, declarada por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad.

El diario estadounidense dio a conocer, en una investigación periodística, que parte de estos sobornos incluyeron 52,000 dólares para que autoridades municipales accedieran presuntamente a modificar el mapa de zonificación del área, que prohibía el desarrollo comercial en la zona.
El conflicto inició en mayo de 2004 cuando la trasnacional comenzó con la construcción de la tienda luego de que el entonces alcalde de San Juan Teotihuacán, el experredista Guillermo Rodríguez Céspedes, y su cabildo municipal permitieran la cimentación del supermercado.
A este aval se sumó el del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), entonces dirigido por Sergio Raúl Arroyo García, quien regresó como titular de esta dependencia el pasado 8 de diciembre, luego de que el secretario de Educación Pública, Emilio Chuayffet, lo designara en el cargo.
El INAH defendió entonces la construcción, al señalar que no existía riesgo de que la obra pusiera en peligro el patrimonio arqueológico.
El Instituto Mexiquense de Cultura, entonces a cargo de Carolina Monroy del Mazo, quien el pasado 12 de diciembre tomó protesta como alcaldesa de Metepec, apoyó también en su momento que la tienda fuera edificada en el perímetro C del área arqueológica de Teotihuacán.
UNA HUELGA DE HAMBRE Y DENUNCIAS ANTE LA PGR 
Con la edificación de la Bodega Aurrerá inició una serie de protestas por parte de vecinos de San Juan Teotihuacán a las que se sumaron activistas e intelectuales.
Las manifestaciones contra la construcción se incrementaron luego de que el 25 de agosto de 2004, como parte de las excavaciones que se realizaban para cimentar el inmueble, fue encontrado un altar teotihuacano-azteca de 25 centímetros de alto por 80 centímetros por lado, y el cual fue retirado por el INAH para que la construcción continuara.
El grupo que se oponía a que Walmart construyera un supermercado en la zona arqueológica inició el 30 de septiembre una huelga de hambre en los perímetros donde se edificaba la tienda.
El mexiquense Emmanuel D'Herrera, dirigente del Frente Cívico en Defensa del Valle de Teotihuacán, junto con Emma Ortega Moreno y Lorenzo Trujillo, también integrantes de este movimiento, estuvieron durante 11 días en ayuno.
Con esta protesta, el Frente Cívico recibió poco apoyo e incluso causó la molestia de vecinos y comerciantes del Barrio de Purificación, de San Juan Teotihuacán, quienes se oponían a su vez a que activistas de diferentes zonas del país acudieran a este municipio a manifestarse contra la construcción de la tienda, pues señalaban que los lugareños tenían derecho a que existieran nuevas fuentes de empleo.
“No queremos caer en provocaciones, nos vamos a ir, pero seguiremos con nuestra huelga de hambre porque estamos defendiendo ideales y no intereses”, declaró D'Herrera el 5 de octubre tras un enfrentamiento verbal que los activistas tuvieron con los comerciantes y algunos artesanos del lugar.
Días después Emmanuel, Emma y Lorenzo acudieron a la Procuraduría de Justicia del Estado de México a presentar una denuncia contra Rodríguez Céspedes y Arroyo García, a quienes acusaron de violentar la Ley Federal de Monumentos y Zonas Arqueológicas, Artísticos e Históricos.
A ello se sumó otra denuncia de hechos que presentaron ante la PGR y en la que solicitaron al entonces procurador Rafael Macedo de la Concha que clausurara la obra. Esta demanda estuvo amparada en la misma ley sobre monumentos y zonas arqueológicas, así como en el Código Penal Federal, y en ella expresaron que los permisos de construcción se dieron con base en anomalías en el uso del suelo.
PONIATOWSKA Y MONSIVÁIS SE SUMARON A LAS PROTESTAS
El 15 de octubre, 63 personalidades publicaron en diversos medios un desplegado en el que solicitaban al entonces presidente Vicente Fox, al gobernador del Estado de México, Arturo Montiel, y al alcalde Rodríguez Céspedes, suspender los permisos de construcción otorgados a Walmart.
El escritor Homero Aridjis y el pintor Francisco Toledo convocaron a la firma del documento, al que se sumaron los escritores Carlos Monsiváis, Elena Poniatowska, el historiador Miguel León Portilla y los artistas plásticos José Luis Cuevas y Manuel Felguérez.
“No podemos permitir la construcción de la macro tienda de Walmart en Teotihuacán. Pedimos la suspensión inmediata de la obra y su reubicación fuera del Polígono de Protección, donde haya nula presencia de vestigios arqueológicos”, señalaron las personalidades en el desplegado del que no recibieron respuesta oficial.
Cuando la obra cumplía cinco meses, la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda del Estado de México, a petición del entonces mandatario Arturo Montiel, revisó junto con Arroyo, titular del INAH, la posibilidad de reubicar la construcción de la tienda, pero ésta no logró ser frenada y el 4 de noviembre la bodega fue inaugurada.
Las denuncias presentadas por los opositores, tanto en contra de la obra como en contra de los funcionarios involucrados, no tuvieron efectos jurídicos.
El Frente Cívico en Defensa del Valle de Teotihuacán dejó poco a poco las manifestaciones en contra de la sucursal de Aurrerá. Sólo Emmanuel D’Herrera continúo con actividades; el 14 de enero de 2005 acudió solo a protestar en las oficinas de la UNESCO en Polanco.
Cuatro años después, el 16 de mayo de 2009 fue detenido tras intentar explotar un artefacto, que se dijo entonces era de “bajo poder”, en las instalaciones de la tienda en Teotihuacán.
Casi un año más tarde, el 10 de abril de 2010, D’Herrera murió de un derrame cerebral en el penal Neza-Bordo, en Nezahualcóyotl. 
(Con informacion de adn politico)

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