La Bodega Aurrerá ubicada a un kilometro y medio de las pirámides de
Teotihuacán, y que hace ocho años provocó una inconformidad social que
incluyó una huelga de hambre encabezada por activistas, vuelve a la
polémica luego de que se diera a conocer que autoridades mexicanas
presuntamente recibieron sobornos para que avalaran la construcción de
esta tienda perteneciente a la cadena Walmart.
Este lunes, The New York Times reveló que Walmart de México presuntamente entregó en 2003 sobornos por 200,000 dólares
para que funcionarios del municipio de San Juan Teotihuacán permitieran
la construcción del supermercado cerca de esta zona arqueológica,
declarada por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad.
El diario
estadounidense dio a conocer, en una investigación periodística, que
parte de estos sobornos incluyeron 52,000 dólares para que autoridades
municipales accedieran presuntamente a modificar el mapa de zonificación
del área, que prohibía el desarrollo comercial en la zona.
El
conflicto inició en mayo de 2004 cuando la trasnacional comenzó con la
construcción de la tienda luego de que el entonces alcalde de San Juan
Teotihuacán, el experredista Guillermo Rodríguez Céspedes, y su cabildo
municipal permitieran la cimentación del supermercado.
A este aval se sumó el del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), entonces dirigido por Sergio Raúl Arroyo García, quien regresó como titular de esta dependencia el pasado 8 de diciembre, luego de que el secretario de Educación Pública, Emilio Chuayffet, lo designara en el cargo.
El
INAH defendió entonces la construcción, al señalar que no existía
riesgo de que la obra pusiera en peligro el patrimonio arqueológico.
El
Instituto Mexiquense de Cultura, entonces a cargo de Carolina Monroy
del Mazo, quien el pasado 12 de diciembre tomó protesta como alcaldesa
de Metepec, apoyó también en su momento que la tienda fuera edificada en
el perímetro C del área arqueológica de Teotihuacán.
UNA HUELGA DE HAMBRE Y DENUNCIAS ANTE LA PGR
Con
la edificación de la Bodega Aurrerá inició una serie de protestas por
parte de vecinos de San Juan Teotihuacán a las que se sumaron activistas
e intelectuales.
Las manifestaciones contra la construcción se
incrementaron luego de que el 25 de agosto de 2004, como parte de las
excavaciones que se realizaban para cimentar el inmueble, fue encontrado
un altar teotihuacano-azteca de 25 centímetros de alto por 80
centímetros por lado, y el cual fue retirado por el INAH para que la
construcción continuara.
El grupo que se oponía a que Walmart
construyera un supermercado en la zona arqueológica inició el 30 de
septiembre una huelga de hambre en los perímetros donde se edificaba la
tienda.
El mexiquense Emmanuel D'Herrera, dirigente del Frente
Cívico en Defensa del Valle de Teotihuacán, junto con Emma Ortega Moreno
y Lorenzo Trujillo, también integrantes de este movimiento, estuvieron
durante 11 días en ayuno.
Con esta protesta, el Frente Cívico
recibió poco apoyo e incluso causó la molestia de vecinos y comerciantes
del Barrio de Purificación, de San Juan Teotihuacán, quienes se oponían
a su vez a que activistas de diferentes zonas del país acudieran a este
municipio a manifestarse contra la construcción de la tienda, pues
señalaban que los lugareños tenían derecho a que existieran nuevas
fuentes de empleo.
“No queremos caer en provocaciones, nos vamos
a ir, pero seguiremos con nuestra huelga de hambre porque estamos
defendiendo ideales y no intereses”, declaró D'Herrera el 5 de octubre
tras un enfrentamiento verbal que los activistas tuvieron con los
comerciantes y algunos artesanos del lugar.
Días después Emmanuel,
Emma y Lorenzo acudieron a la Procuraduría de Justicia del Estado de
México a presentar una denuncia contra Rodríguez Céspedes y Arroyo
García, a quienes acusaron de violentar la Ley Federal de Monumentos y
Zonas Arqueológicas, Artísticos e Históricos.
A ello se sumó otra
denuncia de hechos que presentaron ante la PGR y en la que solicitaron
al entonces procurador Rafael Macedo de la Concha que clausurara la
obra. Esta demanda estuvo amparada en la misma ley sobre monumentos y
zonas arqueológicas, así como en el Código Penal Federal, y en ella
expresaron que los permisos de construcción se dieron con base en
anomalías en el uso del suelo.
PONIATOWSKA Y MONSIVÁIS SE SUMARON A LAS PROTESTAS
El
15 de octubre, 63 personalidades publicaron en diversos medios un
desplegado en el que solicitaban al entonces presidente Vicente Fox, al
gobernador del Estado de México, Arturo Montiel, y al alcalde Rodríguez
Céspedes, suspender los permisos de construcción otorgados a Walmart.
El
escritor Homero Aridjis y el pintor Francisco Toledo convocaron a la
firma del documento, al que se sumaron los escritores Carlos Monsiváis, Elena Poniatowska, el historiador Miguel León Portilla y los artistas plásticos José Luis Cuevas y Manuel Felguérez.
“No
podemos permitir la construcción de la macro tienda de Walmart en
Teotihuacán. Pedimos la suspensión inmediata de la obra y su reubicación
fuera del Polígono de Protección, donde haya nula presencia de
vestigios arqueológicos”, señalaron las personalidades en el desplegado
del que no recibieron respuesta oficial.
Cuando la obra cumplía
cinco meses, la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda del Estado de
México, a petición del entonces mandatario Arturo Montiel, revisó junto
con Arroyo, titular del INAH, la posibilidad de reubicar la
construcción de la tienda, pero ésta no logró ser frenada y el 4 de
noviembre la bodega fue inaugurada.
Las denuncias presentadas por
los opositores, tanto en contra de la obra como en contra de los
funcionarios involucrados, no tuvieron efectos jurídicos.
El
Frente Cívico en Defensa del Valle de Teotihuacán dejó poco a poco las
manifestaciones en contra de la sucursal de Aurrerá. Sólo Emmanuel
D’Herrera continúo con actividades; el 14 de enero de 2005 acudió solo a
protestar en las oficinas de la UNESCO en Polanco.
Cuatro años
después, el 16 de mayo de 2009 fue detenido tras intentar explotar un
artefacto, que se dijo entonces era de “bajo poder”, en las
instalaciones de la tienda en Teotihuacán.
Casi un año más tarde,
el 10 de abril de 2010, D’Herrera murió de un derrame cerebral en el
penal Neza-Bordo, en Nezahualcóyotl.
(Con informacion de adn politico)
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