Sindicalistas protestan contra reformas laboral, educativa, energética...
Foto: Germán Canseco |
Alrededor de las 14:00 horas de este lunes 18, alrededor de 30 representantes de agrupaciones sindicales se manifestaron frente a la Torre del Corporativo de Pemex, justo donde se pueden ver las mantas con la leyenda: “Pemex unido” que cubren la explosión que mató a 37 personas el 31 de enero pasado –sin que a la fecha las autoridades sepan qué pasó en realidad–, atrás del enorme busto del general Lázaro Cárdenas del Río, quien como presidente expropió la industria petrolera en 1938.
Frente a unas instalaciones vacías porque esta fecha se considera un “día festivo”, también se apostaron alrededor de 30 policías federales. En las escaleras de un puente peatonal donde colgaron sus mantas, el dirigente de la UNTPP, Moisés Flores Salmerón, criticó que Enrique Peña Nieto esté distrayéndose en otras actividades como viajar al Vaticano, en lugar de solucionar los problemas nacionales o salvar a la empresa, “que es la columna vertebral del país”.
En su opinión, el gobierno federal busca destruir a esta importante empresa con la reforma energética, por lo que llamó a los petroleros a defender a la industria energética.
Por su parte, Tere Lupe Reyes, secretaria de Defensa a la Soberanía, el Medio Ambiente y el Patrimonio Nacional del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), destacó la intención privatizadora del Pemex por parte del gobierno priista.
El gobierno federal y los priistas, agregó, “piensan que el petróleo es suyo y no les importó la muerte de 37 personas en estas instalaciones”, criticó.
Ante una manta con la consigna: “Por la re-nacionalización del petróleo” la militante de Morena criticó al dirigente sindical Carlos Romero Deschamps porque, pese al desvío millonario de recursos en el 2000 a favor del candidato presidencial priista Francisco Labastida Ochoa, en lo que se conoció como el Pemexgate, sigue encabezando el Sindicato Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM).
Romero Deschamps, actualmente senador priista, “es un ratero respaldado por el gobierno federal porque les conviene este tipo de líderes sindicales”, indicó.
Más tarde, estos manifestantes se sumaron a la marcha convocada por el SME, del Ángel de la Independencia al Zócalo. Ahí estaba el líder de los electricistas, Martín Esparza; el del Sindicato de Trabajadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (STUNAM), Agustín Rodríguez; de la Alianza de Tranviarios; del Sindicato Independiente del Metro, del sindicato de Sedesol, mujeres, el movimiento #YoSoy132; Felipe Razo, representante del Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana (STRM).
Todos coincidieron en declarar una huelga de pago de luz. “¡Que nadie pague luz!”, corearon.
Dijeron que preferían darle de comer a sus hijos que pagar un “recibo loco de CFE” por las altas tarifas de luz que cobra la empresa.
“Estamos en una etapa en que el pueblo organizado estamos buscando la unidad que nos permita defender de estos representantes del neoliberalismo”, destacó Álvaro Villalobos, representante del Congreso Social hacia un Nuevo Constituyente.
A las 14:00 horas dio inicio la marcha del SME. La encabezó un grupo de jóvenes vestidos con harapos, a los que les colgaban grilletes, y a su vez golpeaban otro de mayor tamaño con los rostros pintados de los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), quienes hace unas semanas rechazaron que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) sea el patrón sustituto de 16 mil 600 electricistas que no se liquidaron cuando el gobierno panista de Felipe Calderón extinguió la empresa Luz y Fuerza del Centro (LFC). Una mujer vestida de negro era su “verdugo”.
Caminaron por el carril que se dirige hacia el centro de la ciudad sobre el Paseo de la Reforma; del otro lado circularon coches, algunos los apoyaban con el claxon, otros entonaban “las mentadas”. Como nunca, Martín Esparza llevaba a un “guarura”; un hombre vestido de traje gris, camisa azul claro y corbata roja que nunca le dejó de cuidar la espalda.
Los líderes del SME cargaban una manta con la leyenda: “Por el rescate de la nación”. La marcha fue muy tranquila; ya no resonaron sobre la calle Francisco I. Madero la tradicional consigna: “¡Aquí, se ve, la fuerza del SME!”
Entre las pancartas se podía leer: “La gasolina subiendo y el pueblo durmiendo”. Ahí estaban presentes representantes de la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), de Oaxaca; los macheteros de San Salvador Atenco; representantes de la Federación de Trabajadores de la Energía de la República de Argentina.
La actriz Julieta Egurrola y el antropólogo Gilberto López y Rivas leyeron un pronunciamiento en el templete instalado sobre la avenida Plaza de la Constitución y la calle 20 de noviembre debido a que la explanada del zócalo está ocupada con la exposición “Aldea Digital” inaugurada el 16 de marzo por el jefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera y el hombre más rico del mundo, Carlos Slim.
“México se encuentra ante el grave riesgo de dejar de ser una nación libre y soberana. El retorno del PRI fue el resultado de un proceso electoral fraudulento. El gobierno de Enrique Peña Nieto carece de legitimidad; obedece a una cadena de fraudes inaugurados por Carlos Salinas de Gortari”, leyó Egurrola, cuyas palabras fueron seguidas de rechifla de los manifestantes.
Agregó: “El Pacto por México firmado por el nuevo ocupante de Los Pinos, y el PRI, el PAN y el PRD, los tres partidos más importantes, no cuenta con la opinión ni con el aval de la sociedad civil. Es un pacto entre la elite vendepatrias”, criticó.
En su opinión, el nuevo pacto está por venir desde las resistencias populares y ciudadanos.
“El reto es: ‘ellos o nosotros’. En el proyecto de los neoliberales no hay lugar para el pueblo de México”, expresó López y Rivas.
Fuente : Proceso
No hay comentarios:
Publicar un comentario