Pacifistas surcoreanos protestan contra el conflicto entre Corea del Norte y EU.
Foto: AP |
Este tipo de misil fue mostrado en público por primera vez en octubre de 2010 en un desfile militar norcoreano y, según especialistas, podría tener un alcance de tres mil kilómetros con lo que llegaría a Corea del Sur o a Japón.
En caso de que llevara una carga ligera, podría alcanzar cuatro mil kilómetros y llegar hasta la base militar estadunidense de Guam, una isla del Pacífico a tres mil 380 km de Corea del Norte donde están estacionados seis mil soldados norteamericanos
“El Norte está aparentemente listo para lanzar estos misiles sin advertencia”, alertó el alto responsable surcoreano.
Según fuentes militares consultadas por Yonhap el jueves pasado, el régimen de Kim Jong-un podría lanzar los misiles el 15 de abril, fecha que coincide con el aniversario del fundador del régimen comunista norcoreano Kim Il-Sung, fallecido en 1994.
Coincidentemente, el gobierno norcoreano advirtió este viernes a todas las embajadas extranjeras que se encuentran en su territorio que a partir del 10 de abril no podrá garantizar la seguridad de sus representantes.
Los jefes de las misiones diplomáticas de los países europeos que tienen representación en Pyongyang informaron que se reunirán este sábado 6 en la capital norcoreana “para buscar una posición común y una acción común” sobre su personal diplomático, según informó el ministro búlgaro de Relaciones Exteriores, Nikolai Mladenov.
“Corea del Norte convocó a todas las embajadas extranjeras y les dijo que estaba dispuesta a asistirlas si querían evacuar sus misiones”, comentó el diplomático.
“El discurso del gobierno norcoreano es que a partir del 10 de abril no podrá garantizar la seguridad de las embajadas y de las organizaciones internacionales en el país en caso de conflicto”, dijo a la agencia AFP una vocera del Ministerio británico de Relaciones Exteriores.
“Pensamos que los norcoreanos adoptaron esta decisión en el marco de su ofensiva retórica según la cual Estados Unidos es una amenaza”, agregó.
Londres, Rusia y República Checa también informaron que recibieron la notificación de Pyongyang aunque hasta el momento, ningún país ha fijado una postura o anunciado una decisión al respecto.
Tras el despliegue de Corea del Norte de los dos misiles de medio alcance a su costa este, el Pentágono afirmó que cualquier acción provocadora adicional sería lamentable.
“Ensayos de misiles fuera del marco de sus obligaciones constituirían una provocación. Ellos (los norcoreanos) deben aplicar las normas internacionales y respetar sus compromisos”, declaró el portavoz del Pentágono George Little.
Varias resoluciones del consejo de seguridad de la ONU prohíben a Pyongyang actividades nucleares o balísticas.
El funcionario del Pentágono llamó a Pyongyang a calmar su retórica “sobreexcitada y belicosa”, y le recordó que Estados Unidos y Seúl llevarían a cabo maniobras militares conjuntas que deberían terminar el 30 de abril.
La escalada de las tensiones en la península motivó al expresidente cubano, Fidel Castro a hacer un llamado a Corea del Norte, país con el que mantiene buena relación, y a Estados Unidos a evitar una guerra nuclear.
“Si allí estalla una guerra, los pueblos de ambas partes de la Península [coreana] serán terriblemente sacrificados, sin beneficio para ninguno de ellos”, afirmó Castro en un artículo publicado en el diario oficial Granma, donde no escribía desde junio de 2012.
El ministro de Unificación de Seúl, Ryoo Kihl-jae, afirmó que Corea del Sur sigue “abierta al diálogo” con Corea del Norte.
“El Gobierno de Corea del Sur reconoce la gravedad de la situación y se está preparando para todas las posibilidades, ya que estas amenazas de Corea del Norte atañen a la seguridad de la población surcoreana”, dijo.
Ryoo expresó la voluntad de Seúl de prestar ayuda humanitaria para cubrir las necesidades de alimentos de la población norcoreana “independientemente de la situación” política.
El titular de Unificación también se refirió a la actual crisis del complejo de Kaesong, único proyecto de cooperación vigente entre las dos Coreas y aseguró que Seúl no se plantea retirar a los aproximadamente 600 surcoreanos que hasta hoy permanecen ahí por decisión de las empresas al considerar que “su seguridad no corre peligro”.
En todo caso, remarcó que “los actos de tensión (de Corea del Norte) no son de ninguna ayuda para complejo industrial de Kaesong”, donde 123 empresas surcoreanas fabrican productos con la mano de obra barata de unos 54 mil trabajadores del Norte.
Pyongyang, por lo tanto, “debe cesar de inmediato sus amenazas y provocaciones”, indicó.
Fuente : Proceso
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