René González y su familia, en una foto sin fecha. |
La orden que favorece a González desató una ola de especulaciones sobre si esta estaría vinculada a un posible canje por Alan P. Gross, un subcontratista de la agencia federal estadounidense USAID, la Agencia de Estados Unidos de Ayuda Internacional, encarcelado en Cuba desde el 2009 por distribuir equipos de comunicaciones a grupos judíos en la isla.
Pero el abogado de González dijo a El Nuevo Herald que la orden de la jueza Joan Lenard autorizando a su cliente a quedarse en Cuba no tiene nada que ver con el caso de Gross.
“La orden de la jueza se limita solamente a mi cliente”, dijo el abogado Phil Horowitz.
La decisión de Lenard cierra un capítulo en uno de los casos de espionaje cubano más importantes en la larga y atribulada historia de tensión entre Estados Unidos y Cuba.
González, que nació en Estados Unidos de padres cubanos, y otros cuatro espías —Gerardo Hernández, Antonio Guerrero, Ramón Labañino y Fernando González (sin relación familiar a René)— fueron encontrados culpables en el 2001 por un jurado federal tras un juicio en Miami que duró varios meses.
Luego los cinco fueron sentenciados a diferentes penas de prisión. Hernández recibió dos penas de por vida, mientras algunos —bajo apelación— vieron sus sentencias originales reducidas, aunque no la de René González.
Hernández sigue en prisión cumpliendo dos sentencias consecutivas de por vida por conspiración para cometer homicidio debido a su papel en el derribo de las avionetas de Hermanos al Rescate por parte de aviones de combate MiG en 1996, episodio que resultó en la muerte de cuatro personas: Carlos Costa, Armando Alejandre Jr., Mario de la Peña y Pablo Morales.
Ramón Labañino, Antonio Guerrero y Fernando González cumplen sentencias de 30, 22 y 18 años, respectivamente. González salió de prisión en octubre del 2011 luego de cumplir 13 años de su sentencia tras las rejas y debería haber seguido bajo libertad supervisada por tres años más.
González, entrevistado en Cuba por la agencia de noticias Associated Press, expresó su satisfacción por la orden de la jueza, que responde a una petición legal de él desde hace tiempo.
“Primero tengo que leer la orden”, dijo con tono emocionado González a Associated Press. “Me siento aliviado. Era algo que yo había pedido”.
Maggie Alejandre Khuly, hermana de Armando Alejandre, una de las víctimas del derribo de las avionetas, expresó el temor, no de que la orden de la jueza fuera el inicio de un posible canje por Gross, sino de que llevase al canje de los espías cubanos por Joanne Chesimard, estadounidense prófuga que llegó a Cuba luego de escapar de la prisión tras ser condenada por matar a un policía de Nueva Jersey en 1973.
Fuente : Elnuevoherald
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