La ministra de Integración, Cecile Kyenge, escucha el discurso del primer ministro italiano Enrico Letta con vistas al voto de confianza para el nuevo gobierno en la cámara baja del Parlamento en roma, el lunes 29 de abril de 2013. Kyenge, inmigrante del Congo, ha sido objeto de improperios racistas. Andrew Medichini / AP Foto |
Sin embargo, la inclusión de Cecile Kyenge como la primera ministra negra en el gabinete de Italia ha expuesto el terrible problema del racismo en el país, una desgracia que se enciende regularmente en las canchas del fútbol con mofas racistas y en las diatribas de políticos xenófobos, pero que ha asomado la cabeza en el centro de la vida política.
Un político que pertenece a un partido que hasta hace poco era parte de una coalición de gobierno ridiculizó lo que describió como el nuevo "gobierno bonga bonga".
El miércoles, en medio en un aumento de la repulsa hacia la declaración, el gobierno autorizó una investigación de los sitios neofascistas en internet cuyos miembros llamaron a Kyenge la "mona congolesa" y que profirieron contra ella todo tipo de improperios.
Kyenge, de 48 años, nació en Congo y emigró a Italia hace tres décadas para estudiar medicina. Es cirujana oftalmóloga y vive en Modena con su esposo italiano y sus dos hijos. Era activa integrante de la centroizquierda local hasta que logró una banca en la Cámara baja de Diputados en las elecciones de febrero.
El primer ministro Enrico Letta escogió a Kyenge como ministra de Integración para el gobierno híbrido de centroizquierda y centroderecha que ha formado y que logró el martes el segundo voto de confianza en el Parlamento.
En su discurso de presentación ante el Parlamento, Letta describió el nombramiento de Kyenge como "un nuevo concepto sobre los confines de las barreras que dan paso a la esperanza, de límites insuperables que dan paso a un puente entre las diversas comunidades".
Casi acallaron los elogios de Letta y de otras personalidades hacia Kyenge los insultos racistas que han dirigido contra ella políticos del partido de la Liga del Norte, de tendencia antinmigrante, y grupos neofascistas que aparecen en internet.
La Liga del Norte ha sido aliado intermitente de Silvio Berlusconi, quien desempeñó el cargo de primer ministro por mucho tiempo.
Además de sus insultos del "bonga bonga", Mario Borghezio, un legislador europeo de la Liga, advirtió en entrevista con radio 24 que Kyenge podría intentar "la imposición de tradiciones tribales de su Congo natal en Italia".
Kyenge respondió el martes a los insultos, agradeció a quienes han salido en su defensa y censuró la vulgaridad de sus detractores.
"Creo que incluso la crítica es informativa si se hace con respeto", dijo la ministra en un mensaje por Twitter.
En Francia, Alemania o Gran Bretaña se han asentado inmigrantes de segunda y tercera generación, aunque no exentos de problemas. Pero Italia es relativamente nueva en este fenómeno.
Tiene otra historia. Otrora un país del que sus ciudadanos emigraron a América del Norte y Sudamérica al principio del siglo pasado, Italia experimentó en la década de 1980 las primeras oleadas de inmigrantes provenientes de Europa oriental y Africa que alcanzaban las costas.
En la última década o dos, los números de inmigrantes aumentaron exponencialmente y con ellos la animosidad contra ellos:
Según encuestas, los italianos culpan a los inmigrantes de la delincuencia y del cobro excesivo de impuestos en el sistema de salud pública que soporta una gran carga. Los extranjeros conformaban el 2% de la población de Italia en 1990; en la actualidad la cifra se ubica en 7,5%, según cifras oficiales del organismo de estadísticas Istat.
Fuente : Elnuevoherald
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