Aproximadamente una tercera parte de la población mexicana no cuenta
con una vivienda digna y más de 2 millones 250 mil personas viven en
hacinamiento, revelan informes de la Secretaría de Hacienda y Crédito
Público (SHCP).
La dependencia resaltó que el rezago habitacional en México totaliza 9
millones de hogares, que representan 31 por ciento de las viviendas
particulares habitadas, e involucra a 35.7 millones de personas.
Se observa que el hacinamiento se concentra en 561 mil hogares,
mientras las viviendas con materiales en deterioro y los que no tienen
óptimas condiciones agrupan a un millón 100 mil y 7 millones 300 mil
unidades, respectivamente.
A pesar del rezago, durante las últimas décadas se ha observado una
mejoría en la calidad y el equipamiento de los hogares, según los Censos
de Población y Vivienda del Inegi. Así, en los últimos 20 años el
promedio de ocupantes por unidad muestra un descenso gradual que va de
cinco personas en 1990, a 3.9 en 2010.
De igual forma, en 1990 el 19.5 por ciento de los lugares
habitacionales tenían piso de tierra, mientras en 2010 ese porcentaje
había bajado a 6.2.
El servicio de energía eléctrica en las viviendas particulares
habitadas cubría a 87.5 por ciento en el primer año mencionado, mientras
para 2010 la cobertura fue de 97.8 por ciento.
A su vez, el porcentaje de las que disponían de agua entubada en 1990
llegaba a 79.4, pero para 2010 ya era de 91.5 por ciento. Igual con la
disposición de drenaje, cuya cobertura pasó de 63.6 por ciento a 90.3.
El número de viviendas particulares habitadas en México pasó de 21.9 millones en 2000 a 28.6 millones en 2010.
Sin embargo, incluso con los avances observados en indicadores de
equipamiento, son necesarios más créditos con tasas de financiamiento y
precios más accesibles. Entre los desafíos destaca la necesidad de
consolidar la planificación sustentable de los desarrollos
habitacionales.
Según Hacienda, el sector vivienda es uno de los principales motores
del mercado interno y palanca de desarrollo nacional por la generación
de empleo y el impacto que una vivienda digna genera en el bienestar de
las familias.
El 11 de febrero el gobierno de federal presentó la Política Nacional
de Vivienda, que conduce los esfuerzos públicos y privados en los
siguientes años, sustentada en cuatro temas: lograr mayor y mejor
coordinación interinstitucional; transitar hacia un modelo de desarrollo
urbano sustentable e inteligente, previendo que los créditos y
subsidios del gobierno sean orientados al fomento del crecimiento urbano
ordenado; reducir de manera responsable el rezago de vivienda a través
del impulso de más de un millón de acciones de lotificación,
construcción, ampliación y mejora de hogares, tanto en el campo como en
las ciudades, dentro de las cuales más de 500 mil acciones
corresponderán a nuevas construcciones, y procurar vivienda digna para
los mexicanos a través de la realización de más de 320 mil acciones de
mejoramiento.
Con información de La Jornada e Inpunemex
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