Fundación del líder de U2 distribuyó sólo el 1% de los 15 mdd
que recaudó en 2008, mientras que casi el 60% se destinó a salarios de
empleados y ejecutivos
Al parecer Bono, el nefasto cantante de
U2 e ícono de las “celebridades humanitarias”, ha comprobado que la
filantropía puede ser un negocio altamente redituable. De acuerdo con datos publicados por el diario The New York Post, ONE,
la fundación que encabeza este músico, maneja extrañamente sus finanzas
–de acuerdo a los números esta organización filantrópica recibe ochenta
veces más dinero del que canaliza a las causas sociales que
supuestamente apoya.
Curiosamente, mientras esto ocurre, Bono
busca que toda la atención se centre en sus vistosas exigencias para
que el gobierno de Barack Obama concrete la donación de $6 mil millones
de dólares para combatir la enfermedad en África. En 2010 fue
ampliamente criticado en Nueva York, tras regalar a una multitud de
periodistas un opulento obsequio: una caja de sofisticado diseño que
contenía una botella de agua estilizada y bolsas de café de Starbucks
con un valor de $15 dólares, además de lujosas galletitas. Pero también
se incluía en la caja un documento informando que la mayoría de los
niños africanos viven con $1.25 dólares al día. Tal vez nadie le avisó a
Bono que una sola de las galletitas que incluía su fastuoso regalo a la
prensa, valía más que la despensa diaria de un niño africano.
Una popular anécdota en torno a la poco
genuina generosidad de este ícono, refiere a un concierto de U2 durante
el cual nuestro héroe fallido alienta al público a aplaudir. Una vez que
el foro completo esta aplaudiendo al unísono, Bono grita “Cada vez que
aplaudo un niño de África muere”. De pronto, y antes de que los
fanáticos pudiesen reaccionar celebrando el discurso de su ídolo, se
escucha una voz que grita “Entonces deja de aplaudir imbécil”. Más allá
del carácter cómico de esta historia, lo cierto es que refleja en buena
medida el contradictorio alarde del irlandés en torno a su discurso y
sus acciones.
En otra extraña manifestación de su
bipolaridad, resulta que Bono se ha autovangloriado por el rol político
que ha desempeñado en su natal Irlanda, donde supuestamente ha
contribuido ha promover alianzas políticas y mitigar la histórica
violencia interreligiosa. Además, ha incentivado a que el gobierno de
este país realice cuantiosas donaciones a otra iniciativa de la cual es
portavoz, Millenium Development. Pero simultáneamente mueve la operación
financiera de su banda a Holanda, para así evitar el estricto régimen
fiscal irlandés –un gesto de diplomática evasión y desinterés por
contribuir con la economía local, y así acumular mayores ganancias no
obstante que su banda es uno de los proyectos musicales más rentables de
las últimas décadas.
Pero esta no es la primera vez que Bono
recurre a prácticas cuestionables, un desfasado complemento a su
mesiánico discurso de celebridad salvadora. Con anterioridad hemos reportado en este medio algunos de estos casos. Por ejemplo, el haberse pronunciado públicamente en contra de la descarga libre de música en internet a petición de las grandes disqueras, o el hecho de que su marca de ropa para incentivar la producción en África sea manufacturada en China. También denunciamos que a pesar de su ya famoso discurso ecologista Bono, al igual que otras celebridades humanitarias, generan mayor contaminación con sus lujosos estilos de vida que miles de miembros de la sociedad civil juntos. Por cierto, recientemente se denunció que Bono se asocia con Monsanto y el G8, para impulsar cultivos de alimentos genéticamente modificados en África.
¿Pero cuáles podrían ser las causas que
motivan este comportamiento de Bono?. ¿Es realmente este tipo un Lord
malvado que encarna sombrías causas emitidas desde los más altos niveles
de poder? ¿Habra inocentemente confundido el papel del mítico heroe
Robin Hood quien tomaba de los ricos para dar a los pobres, y ahora se
dedica a tomar de los ricos para el hacerse aún más rico? ¿O más bien se
trata, simplemente de un sociópata afectado por un ego todavía mayor a
la huella de carbono que deja su pretencioso lifestyle?
Ni hablar, lo único que me queda claro es que cuando Bono aplaude… un niño en África muere.
Fuente : Pijamasurf
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