Los hermanos de origen checheno Tamerlan y Dzhokhar Tsarnaev llevaban una vida aparentemente normal. El mayor de ellos, Tamerlan, de 26 años, estaba casado, tenía una hija y era aficionado al boxeo. Dzhokhar, de 19, estudiaba becado en una universidad de Boston y era una persona sociable.
Los hermanos Tsarnaev hacía más de una década que habían llegado a EE.UU. |
Esa falta de conexiones con grupos radicales los hace prácticamente indetectables para las agencias de inteligencia. Llevan una existencia corriente, no presentan problemas de integración y, lo más importante, no suelen llamar la atención de las autoridades hasta que cometen su primer ataque.
Difícil tarea
Había sido incluido en ella después de que las autoridades rusas advirtieran en 2011 a sus pares estadounidenses que Tsarnaev se estaba radicalizando.
El papel del FBI
En marzo de 2011 el Buró Federal de Investigaciones de EE.UU. (FBI, por sus siglas en inglés) recibió una petición de Rusia para que investigaran a Tamerlan Tsarnaev porque supuestamente tenía vínculos con el islamismo radical.
Según el FBI, en esa investigación no encontró nada sospechoso ni indicios de actividad terrorista y, además, Rusia no respondió a una petición de información adicional sobre el joven.
Pese a todo, el mayor de los hermanos Tsarnaev fue incluido en una lista de sospechosos de terrorismo en el que hay más de medio millón de personas.
El FBI afirma que no sabía que Tsarnaev pasó varios meses durante 2012 en Rusia, supuestamente por un error en la escritura de su nombre en una base de datos que coteja los vuelos que salen de EE.UU. con la lista de posibles terroristas.
Desde los ataques del 11 de septiembre de 2001, las agencias de inteligencia de EE.UU. y de otras naciones occidentales han centrado sus esfuerzos en detectar a individuos que tuvieran vínculos con organizaciones radicales como al Qaeda, lo que les ha permitido, en muchos casos, mermar la infraestructura de estos grupos y su capacidad realizar ataques.
Ahora, la posibilidad de que los atentados de Boston hayan sido perpetrados por dos individuos sin lazos aparentes con organizaciones de esta naturaleza y que se habrían radicalizado a sí mismos a través de internet, pone de relieve la difícil tarea a la que se enfrentan las autoridades en su lucha contra el terrorismo.
"Todo se complica"
"Pero cuando se tiene enfrente a individuos como los dos hermanos acusados de los atentados de Boston todo se complica", según le dijo Muñoz a BBC Mundo.
"En el caso de las células terroristas, se puede analizar cierta información para corroborar los vínculos entre algunos individuos y las organizaciones terroristas, que pueden ser infiltradas. Pero cuando esos vínculos desaparecen, como sucede en el caso de los lobos solitarios, el problema es enorme", señala Muñoz.
"Las autoridades en EE.UU. se enfrentan a una situación difícil, no sólo por la cantidad de análisis que tendrán que realizar a partir de ahora para detectar a estos lobos solitarios, sino también por la dificultad de determinar qué tipo de señales de alarma hacen que alguien sea sospechoso".
"¿Visitar una página de internet sobre radicalismo islámico te convierte en un lobo solitario potencial? ¿Que alguien cuelgue un mensaje en redes sociales como Facebook o Twitter puede llevar a pensar que se ha radicalizado y que se le ha de vigilar? Es un terreno resbaladizo", sostiene Muñoz.
Perfil indetectable
En ninguno de los dos ataques sus autores habían despertado las sospechas de las autoridades, y es que, aunque los lobos solitarios suelen alinearse ideológicamente con las causas de organizaciones o individuos extremistas -ya sean supremacistas blancos, islamistas o de cualquier otra naturaleza- no suelen tener vínculos formales con ellos y no reciben su soporte material.
Ataque en Nueva York
Los investigadores del atentado en la maratón de Boston revelaron que los hermanos Tsarnaev supuestamente planeaban un segundo ataque en Nueva York.
Al parecer decidieron viajar a esa ciudad para atentar en Times Square en la noche del pasado jueves.
Según las autoridades, Dzhokhar y Tamerlan Tsarnaev llevaban "seis bombas en el automóvil" que robaron.
No obstante, "su plan se desmoronó" cuando se dieron cuenta de que el vehículo que tenía poca gasolina y ordenaron a su conductor que se detuviera en una gasolinera cercana, momento en el que el hombre escapó y alertó a las autoridades.
Los nuevos detalles provienen de uno de los interrogatorios que las autoridades hicieron a lo largo del pasado fin de semana a Dzhokhar Tsarnaev, el menor y único superviviente de los hermanos.
Además, a diferencia de las organizaciones radicales tradicionales, es difícil frustrar sus ataques ya que no suelen realizar amenazas públicas ni, como parece demostrar lo ocurrido en Boston, comparten sus planes con sus familiares y amigos.
Una vez logran su cometido, resulta muy complicado seguirles la pista porque los artefactos que utilizan suelen prepararlos de manera artesanal, con instrucciones que pueden encontrarse fácilmente en la red y que fabrican con elementos disponibles en cualquier tienda.
Según los expertos en seguridad, esa invisibilidad de los lobos solitarios ha hecho que en los últimos años las organizaciones radicales islámicas hayan centrado sus esfuerzos en reclutar a este tipo de individuos, a los que pueden llegar a través de internet y que no despiertan las sospechas de las autoridades.
Instrucciones para fabricar bombas
Un claro ejemplo de ello es la revista Inspire, asociada a al Qaeda en la Península Arábiga, en la que se explican las formas de atentar contra diferentes objetivos. Sin ir más lejos, en 2010 publicó un artículo titulado "Cómo hacer una bomba en la cocina de tu madre", que recomendaba utilizar una olla a presión como la que explotó en Boston.
Christopher Swift, experto en terrorismo de la Universidad de Georgetown, en Washington, está de acuerdo en que en el radicalismo islámico "se está produciendo un proceso de individualización, que encaja con el perfil del lobo solitario.
"Un individuo ve lo que les está sucediendo a musulmanes en un país extranjero y se identifica con su causa. Eso hace que se radicalice y tome la decisión de llevar a cabo una acción violenta", explica.
Según le dijo el experto a BBC Mundo, eso es lo que les podría haber sucedido con los sospechosos de Boston. "En el caso de estos dos jóvenes, formaban parte de una comunidad imaginaria. Incluso si tuvieron un mentor en el extranjero que facilitó su radicalización, principalmente formaban parte de una comunidad de internet".
Swift cree que todo esto "hace que cambie la manera de enfrentar la amenaza del terrorismo global".
"Hasta ahora las autoridades lo veían como una organización jerárquica y centralizada, pero esa no es la realidad en EE.UU. o en otras naciones occidentales que cuentan con grandes comunidades extranjeras en las que hay individuos que no se están integrando bien en la sociedad".
Según Swift, esta realidad "presenta un gran problema porque no se puede perseguir a la gente asumiendo que sus creencias los hacen personas violentas".
Mitigación
Además, sostiene que se deberán redoblar los esfuerzos para seguir las actividades de determinados individuos en la red e incrementar las medidas de seguridad en algunos espacios públicos.
"Los atentados de Boston no ocurrieron en un objetivo obvio como un edificio federal sino en un evento deportivo. Por eso la gente tendrá que adaptarse a esta nueva realidad”.
Pese a todo, Christofer Swift cree que, por muchas medidas se seguridad que se tomen, el problema del terrorismo será imposible de eliminar.
"No se puede eliminar el riesgo de las violaciones o los asesinatos, y con el terrorismo sucede lo mismo. Nunca podremos eliminarlo, así que la cuestión es como lo mitigamos y hacemos que ataques como los de Boston sean casos extraordinarios".
Fuente : BBCmundo
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