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sábado, 18 de mayo de 2013

Chiapas: Gobernador “light” en un estado que hierve

A cinco meses de iniciado el gobierno de Manuel Velasco Coello los conflictos acumulados en Chiapas estallan por doquier. Si bien la actual administración no es responsable de esos problemas, tampoco parece que tenga capacidad o voluntad para resolverlos. En entrevista con Proceso, el mandatario chiapaneco habla de las finanzas estatales, que recibió destrozadas, y dice que se quiere desmarcar de las revistas “del corazón”, el único lugar donde, según sus críticos, los chiapanecos lo pueden ver.
Manuel Velasco Coello y Anahí. Foto: Tomada de Twitter
Manuel Velasco Coello y Anahí.
Foto: Tomada de Twitter

TUXTLA GUTIÉRREZ, CHIS. (Proceso).- Al mandatario de Chiapas, Manuel Velasco Coello, sus gobernados lo acusan de “seguir en campaña” y de preocuparse más por aparecer en las revistas dedicadas a la farándula que en gobernar.Y Chiapas es un estado que hierve de conflictos no resueltos en décadas, lo que se manifestó violentamente el pasado fin de semana.

Para variar, Velasco acepta darle una entrevista a Proceso. En ella –realizada antes de los enfrentamientos del domingo 5– aborda el tema de las finanzas estatales, que recibió despedazadas después de la gestión de su compadre, Juan Sabines Guerrero, a quien sin embargo no acusa de nada. “En mi gobierno no habrá persecución, pero tampoco impunidad”, aseguró en campaña.
Con 12 años de carrera política en Chiapas y 33 recién cumplidos, Velasco Coello carga ahora con la herencia de Sabines –una deuda pública de al menos 22 mil millones de pesos– y con un reclamo para que ya deje de “andar en campaña” y se ponga a trabajar.
Con poco más de 1 millón 300 mil votos en los comicios del pasado julio, Velasco fue elegido gobernador de Chiapas y lleva cinco meses en el cargo en un estado sumido en una crisis por el alto déficit financiero. Sus gobernados sólo lo han visto en Caras, ¡Hola!, TV Notas, Quién y otras revistas de ese corte.
Ahora, en entrevista con Proceso, asegura que quiere desmarcarse de la prensa del corazón.
–¿Cuál es su estrategia mediática al seguir apareciendo en esas revistas y cuánto le cuesta eso al erario chiapaneco? –se le pregunta.
–No hay ninguna estrategia –ríe al responder.
“No tengo ningún plan para ello. Y nada pago en lo personal ni del erario por esas publicaciones. Al contrario, ellos buscan siempre pagar por entrevistas y por fotos.”
Asegura que muchas de las fotografías publicadas son de las que se han conocido en las redes sociales. Que incluso a su novia, la cantante Anahí, le han tomado fotos que luego son vendidas a revistas de la farándula. Y descarta que haya usado su relación con la cantante para llegar al gobierno de Chiapas.
–Se dice que, en los nuevos tiempos de hacer política, Televisa les impone novias a los gobernantes…
–¡Qué va! A mí nadie me la impuso. Nos conocemos desde hace muchos años y públicamente en mi campaña sólo vino a Chiapas a dos actos: cuando rendí mi informe como senador y cuando gané las elecciones el primer domingo de julio (de 2012).
Anahí apareció públicamente en Chiapas por tercera vez el día de su toma de protesta en diciembre pasado; se le vio a un lado de la madre del gobernador, Leticia Coello, actual presidenta del DIF estatal.
Velasco niega haber echado mano de la popularidad de su novia y señala que si la relación sentimental sigue como hasta ahora, podrían casarse pronto.

No acaba de arrancar

Han pasado cinco meses desde que Velasco Coello asumió el cargo y apenas se celebran las consultas ciudadanas para su plan estatal de desarrollo; tampoco cuenta con un gabinete propio completo, muchos exfuncionarios del sexenio pasado aún siguen en sus cargos.
Desde que empezó su gestión, Velasco sigue encabezando actos multitudinarios como si todavía estuviera en campaña. Mientras tanto Anahí presume sus viajes por Chiapas y en la prensa “del corazón” se informa que ya recibió del mandatario el anillo de compromiso.
Mientras ambos continúan con su romance, Chiapas sigue con un alto déficit financiero y a la espera de que las partidas federales alivien un poco la situación y puedan frenar las protestas de la burocracia chiapaneca.
En diciembre, Velasco recibió el mando de Juan Sabines Guerrero, quien le dejó un estado sobreendeudado. Cifras oficiales hablan de una deuda de 22 mil millones de pesos; las extraoficiales duplican esa cantidad.
En los primeros días de su gobierno surgió una crisis que aún no termina: En cada una de las dependencias donde los trabajadores empezaron a reclamar sus sueldos y aguinaldos, a dura penas pudieron pagarles parcialmente; ahora de nuevo los trabajadores han empezado a inconformarse para exigir el resto de su dinero.
Pero Velasco sigue regalando juguetes a los niños y encabezando actos multitudinarios. Es muy común ver en la prensa local cuando el mandatario envía mensajes oficiales rodeado de cientos de chiapanecos.
Velasco dice que Chiapas vive “una situación económica y financiera complicada”, por lo que según él solicitó a la Auditoría Superior de la Federación un informe para conocer el uso de los recursos federales en el estado.
Mientras diversos medios locales y nacionales siguen descubriendo malos manejos financieros del anterior gobernador, en declaraciones recientes Velasco dijo que si bien no hay ni habrá persecución, tampoco habrá impunidad: “En Chiapas no hay perseguidos políticos, pero tampoco habrá impunidad y se aplicará la ley”.
En entrevista efectuada en la casa de gobierno –en Tuxtla Gutiérrez, aunque él prefiere vivir en San Cristóbal de Las Casas–, Velasco pide que no haya grabación de por medio, pues a lo largo de la charla, apunta, dirá cosas que no quiere que queden registradas, pero aclara que no evitará nada, pues se dice abierto a la crítica y a los cuestionamientos públicos.
–¿Realmente cuánta deuda pública le dejó Sabines Guerrero? Algunos hablan de hasta 40 mil millones de pesos.
–La registrada oficialmente en la Secretaría de Hacienda oscila en unos 22 mil millones de pesos, con la banca pública en mayor medida y con bajo porcentaje con la banca privada. Aunque existe deuda indirecta con contratistas y proveedores.
El sobrino del exregente capitalino Manuel Camacho Solís reconoce que tuvo un grave problema financiero a finales de 2012 y principios de este año para pagar salarios y aguinaldos a los burócratas, pues recibió un estado con un alto “déficit financiero”.
Viste camisa de lino celeste y pantalón de marca; calza mocasines sin calcetines. Velasco toma su vaso de agua de coco.
Señala que la economía de Chiapas no es tan buena como esperaba recibirla, pero que procurará “enderezarla bastante con responsabilidad”.
Y confirma lo que Proceso ha publicado: 1% de la nómina estatal fue bursatilizada muchos años por Sabines y tampoco puede echar mano de ella.
–Se ha dicho que éste parece ser el séptimo año de gobierno de Sabines porque muchos de sus colaboradores siguen incrustados en su gabinete y no ha podido construir el suyo propio. Al menos Raciel López Salazar, su procurador, y Noé Castañón León, su secretario de Gobierno, fueron hombres fuertes de Sabines y siguen en el cargo.
Velasco toma otro sorbo de agua de coco y sonríe antes de responder.
–Son los menos del sexenio pasado. Vivimos nuevos tiempos de hacer política. De igual forma, Sabines heredó medio gabinete de Pablo Salazar, pero poco a poco habrá cambios, en la medida en que sea necesario.
Dice que, por ejemplo, López Salazar, diputado federal con licencia, dejó el cargo de procurador para apoyar su campaña y regresó al miso cargo, y agrega que mientras esté dando resultados, seguirá ahí.
“Raciel no está ahí porque lo haya puesto Sabines o porque sea su amigo o mi amigo; es un servidor público que ha funcionado hasta ahora para garantizar los índices de seguridad que tiene Chiapas. Está en el cargo por recomendación del exprocurador Eduardo Medina Mora, quien no tenía una buena coordinación con su antecesor, Amador Rodríguez Lozano”, aclara el mandatario.
Señala que los miembros de su gabinete serán evaluados cada seis meses y que quien siga dando resultados continuará en su puesto y el que no funcione será removido.
–El 12 de febrero pasado usted se desvaneció en un acto público que presidía en Teopisca.
–En efecto, tuve una baja de presión que me preocupó porque muchos miembros de mi familia han muerto de cáncer y muy jóvenes. Pero después de hacerme un chequeo general he descartado todo mal que afecte mis funciones como gobernador.
–También se ha criticado que usted sigue en campaña, encabezando actos multitudinarios, y quieren que se ponga a gobernar ya…
–No soy un gobernador de escritorio, ando en cada uno en los municipios. Son nuevos tiempos de hacer política. Lo que hago ahora lo he venido haciendo durante 12 años de carrera política para convertirme en gobernador de Chiapas. Soy un gobernador cercano a la gente y esto no va a cambiar. Me ha dado resultados siempre.
Velasco afirma que tolera y respeta la crítica y que no tiene que cambiar su forma por ser gobernador de Chiapas. Y que, por ende, tampoco se debe esperar que su administración sea represora.
Niega que su gobierno carezca de plan de trabajo, pues afirma que al mes de asumir el cargo lo presentó y que está en la página oficial del gobierno de Chiapas en internet para ser descargado.
–¿Sus seguidores ya lo hacen hasta presidenciable?
–El sueño de todo político es gobernar su estado. Y mi mayor sueño y aspiración me llegó muy joven. A mí que me descarten para el 2018, no aspiro a otro cargo popular. Acúsame de mentiroso si así sucede.
Dice que es amigo del presidente Enrique Peña Nieto desde que éste fue diputado local en el Estado de México, y que tratará de hacer que esa relación rinda frutos para Chiapas, aunque desde su llegada a Los Pinos “sólo en una ocasión ha venido al estado. Cuando vino a presentar su Cruzada Nacional Contra el Hambre”.
–¿Qué tanto influyen los no chiapanecos en su gabinete, como Javier Herrera Borunda, hijo de Fidel Herrera, de quien dicen que tiene mucho poder?
–Ninguna influencia. Es mi amigo y no lo niego, pero él tiene otros planes políticos para su estado.

Estado caliente

El enfrentamiento entre campesinos del municipio de Venustiano Carranza el domingo 5 –que dejó dos muertos, una veintena de casas quemadas y unas 50 familias desplazadas– es sólo la manifestación más reciente de los conflictos que aquejan a Chiapas, que han existido desde hace años y que el actual gobierno no ha sabido resolver. Entre estos, una amenaza de paro del magisterio y los añejos reclamos de los ganaderos que perdieron terrenos en 1994, con el alzamiento zapatista.
Durante siete meses los dos grupos de la Organización Campesina Emiliano Zapata-Casa del Pueblo (OCEZ-CP) que se enfrentaron, han pedido al gobierno estatal que interceda y resuelva el conflicto. Por separado ambas facciones en pugna se entrevistaron con Castañón León, quien no atinó a solucionar el problema.
Un grupo de la OCEZ-CP encabezado por José Vázquez Hernández, presidente del Comisariado de Bienes Comunales, acusa al otro bloque de la misma organización –el dirigido por Bartolo Pérez Martínez y Ángel Hidalgo Espinosa– de haberse robado 56 cabezas de ganado.
Vázquez, apoyado por un grupo de comuneros, demanda la expulsión del poblado –y el despojo de sus tierras– de Pérez Martínez, Hidalgo Espinosa y 47 personas más, a las que acusan del robo de ese ganado, ocurrido en marzo de 2012.
Ambos grupos hicieron marchas, plantones y antesalas en el Palacio de Gobierno y siempre regresaron con las manos vacías.
El 25 de noviembre de 2012 había sido emboscado y asesinado Luis Ángel Hidalgo Vázquez, hijo de Ángel Hidalgo Espinosa. Meses después fue emboscado Pérez Martínez, quien sobrevivió al ataque.
El domingo 5, Jorge Luis Gómez Gómez y Sebastián Martínez Gómez –del grupo de Pérez e Hidalgo– murieron a tiros. Natividad Vázquez Vázquez, vocero de los agredidos, dice que el gobierno estaba advertido de que habría un ataque, pero que nada hizo para evitarlo.
Minutos antes de la agresión el comunero Antonio Pérez Mendoza trató de comunicarse a un número telefónico de la Secretaría de Gobierno que le habían dado para casos de emergencia, a fin de avisar que estaban a punto de ser atacados. No le respondieron. Policías y soldados llegaron cuando ya habían ocurrido los asesinatos y la quema de las casas.
Y un conflicto similar tuvo lugar el mismo domingo 5 en Petalcingo, municipio de Tila, donde simpatizantes de dos corrientes políticas pelearon por la posesión del predio El Recreo, reportó el gobierno estatal. En el enfrentamiento perdió la vida Jonás Cruz Pérez y otras ocho personas fueron heridas de bala.
Fuente : Proceso

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