De hecho, el avance del producto interno bruto (PIB) en los primeros tres meses de este año se encuentra lejos de los obtenidos en el mismo periodo de los tres años anteriores: en 2010 la economía se expandió 4.4%; en el mismo periodo de 2011, 4.3%; mientras que el año pasado, creció 4.9%.
Esta ocasión, el PIB fue arrastrado por el desplome de las actividades secundarias y un menor crecimiento
de las actividades primarias y terciarias.
Según el Inegi, el sector industrial –integrado por minería, electricidad, agua y suministro de gas por ductos al consumidor final; construcción, e industrias manufactureras–, retrocedió 1.5% en el primer trimestre, lo que representa el menor nivel desde la crisis económica de 2009.
Al interior de las industrias manufactureras descendió la producción de los subsectores de fabricación de equipo de transporte; equipo de generación eléctrica y aparatos y accesorios eléctricos; industrias metálicas básicas; productos a base de minerales no metálicos; industria química; industria del plástico y del hule; muebles y productos relacionados; industria de las bebidas y del tabaco, y productos de cuero, piel y materiales sucedáneos, excepto prendas de vestir, básicamente.
Por otra parte, las actividades primarias aumentaron 2.8% en términos reales y a tasa anual en el trimestre enero-marzo de 2013, producto del alza mostrada en la agricultura, fundamentalmente.
Ese resultado fue reflejo de la mayor producción de cultivos como maíz, trigo y cebada en grano, maíz forrajero, aguacate, avena forrajera, caña de azúcar, sorgo forrajero, papaya, limón, cebolla, naranja, frijol, tomate verde y alfalfa verde.
Mientras que las actividades terciarias también registraron su peor nivel desde la crisis, al crecer sólo 1.9% en el primer trimestre del año, cuando venían expandiéndose a un ritmo superior de 4%.
Los sectores que más contribuyeron al PIB fueron los servicios de información en medios masivos; servicios inmobiliarios y de alquiler de bienes muebles e intangibles; comercio; servicios financieros y de seguros; servicios de apoyo a los negocios y manejo de desechos y servicios de remediación, así como el de los servicios de salud y de asistencia social, entre otros.
La desaceleración también se vio reflejada en el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE), que retrocedió 1.8% en marzo pasado ante el desplome de las actividades primarias, que cayeron 1.7%.
De acuerdo con el organismo presidido por Eduardo Sojo, “este desempeño se vio influido a la baja por los efectos del calendario, principalmente por el periodo de la Semana Santa que se ubicó en marzo, mientras que en 2012 se estableció en abril, de tal manera que en el mes de referencia hubo un menor número de días laborables que en igual mes del año anterior”.
El IGAE incorpora información preliminar de distintas actividades económicas como las agropecuarias, industriales, comerciales y algunas de servicios, por lo que debe considerarse como un indicador de tendencia o dirección de la economía mexicana en el corto plazo.
Fuente : Proceso
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