Dorados y crujientes nuggets adornan los afiches de las paredes de los locales de comida rápida y, en su versión congelada (lista para ir a la sartén) se almacenan en nuestras refrigeradoras.
Su
deliciosa e idílica imagen antojan a más de uno a pedir una buena
porción de este alimento. Pero, alto. Píenselo. ¿Está realmente comiendo
jugosos pedazos de pollo?
Parecida a una especie de yogur de fresa congelado o a un chicle gigante, la pasta de color
rosado que ilustra esta nota es utilizada para hacer los
famosos
nuggets. Eso es el resultado de triturar pollos enteros “separados
mecánicamente”, según lo revela el estadounidense Michael Kindt en su
blog Early Onset of Night.
Y el proceso no queda ahí. Como la masa resultante se encuentra
llena de bacterias, es lavada con amoniaco para matarlas. Después, para
ocultar el desagradable sabor del compuesto químico, la pasta es
saborizada y coloreada artificialmente.
La noticia ha causado tanto revuelo que incluso el reconocido chef James Oliver, en su show televisivo Food Revolution transmitido por la cadena ABC hizo su propia demostración de este proceso, en un intento por alejar a los niños de esta comida, el cual no tuvo resultados muy positivos. NatGeo también transmitió un programa en
el cual revelaba cómo se procesaban los alimentos “separados
mecánicamente”. La información está ahí, tú decides qué hacer y en quién
o qué seguir confiando.
Fuente : Fafhoonoticias
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