MÉXICO, D.F. (apro).- Originarios de la provincia de Cuenca, Castilla-La
Mancha, España, los hermanos José Luis y Juan Bustamante llegaron a
México con la idea “probar suerte” en el comercio de ropa y telas al
menudeo.
Luego de unos días en el Distrito Federal, decidieron trasladarse al
estado de Michoacán, sin imaginar que vivirían en carne propia el
flagelo del crimen organizado.
El pasado lunes 7, José, de 45 años
y Juan, de 44, fueron con sus esposas Marisa y Carolina,
respectivamente, al centro comercial Bodega Aurrerá, ubicado en las
inmediaciones de Torreón Nuevo, en la salida a Salamanca.
Los
hombres se quedaron afuera del supermercado en un Mustang dorado. Al
terminar de hacer sus compras, las mujeres advirtieron que sus
respectivas parejas ya no estaban.
Tras la desaparición, hombres
armados y vestidos de policías se presentaron en el hotel Villa del Sol,
donde se alojaban los españoles con sus familias, subieron a las
habitaciones y arremetieron contra las personas que se encontraban ahí.
Les
exigieron detalles sobre la vida de los ibéricos, registraron sus cosas
y tomaron fotos de toda la familia, incluidos los menores. También las
interrogaron sobre su presencia en la ciudad, sus familiares, amigos y
bienes.
Una semana más tarde, el domingo 13, José y Juan
aparecieron en una carretera en los límites de Guanajuato con Michoacán,
con severos golpes en la cabeza y varias partes del cuerpo. De
inmediato, fueron llevados al Hospital General de Uriangato.
Querían “probar suerte”
El
mayor de los hermanos llegó a vivir a Morelia para probar suerte, se
dedicaba al comercio minorista de prendas de vestir y telas, el otro
llegó junto con otros familiares apenas en diciembre pasado para pasar
las fiestas navideñas juntos.
Los familiares de José y Juan
interpusieron una denuncia por secuestro, pero la Fiscalía Especial
Antisecuestro la catalogó como desaparición forzada debido a que los
presuntos captores nunca pidieron recompensa por sus víctimas.
“Nosotros
lo catalogamos como una desaparición forzada”, dijo Marco Vinicio
Garibay, subprocurador de Justicia de Michoacán, quien identificó a los
raptados como personas que radican en ese estado desde hace ocho meses y
“un sobrino”.
La Fiscalía michoacana solicitó al hotel donde se
hospedaban las víctimas el video en el que quedó registrada la llegada
del grupo armado al inmueble, para integrarlo a las investigaciones del
caso.
Según Vinicio Garibay, ninguno de los dos españoles
“levantados” tiene algún reporte de amenaza, por lo que investigan si la
desaparición de los hermanos está relacionada con un asunto de
extorsión por la actividad comercial que realizan.
Otro hermano de las víctimas que no quiso dar su nombre dijo al diario español El País
que José Luis vive en México desde hace “bastante tiempo” con su esposa
y tres hijos, de 16, 14 y ocho años, que se dedica a la venta ambulante
de ropa en mercadillos y viaja constantemente.
“No tienen un hogar fijo. Alquilan un apartamento, ven si les va bien y, si no, se van”, comentó.
El
otro hermano, Juan, viajó con su esposa para las fiestas navideñas. “Se
fueron a pasar unos días, a ver si había trabajo… A probar suerte”.
El
domingo pasado, luego de seis días de estar desaparecidos y sin que los
captores se hubieran comunicado con la familia para pedir rescate, José
y Juan aparecieron malheridos en la carretera que comunica a Morelia
con Guanajuato, a la altura del municipio de Uriangato, en los límites
Guanajuato y Michoacán.
De ahí fueron trasladados al Hospital
General de Uriangato debido a las múltiples lesiones que presentaban en
cuerpo y cabeza que al parecer les propinaron con un tubo.
La
tarde de este lunes, los ciudadanos españoles fueron trasladados a la
Ciudad de México con resguardo de la Policía Ministerial de Guanajuato,
luego de permanecer un día en el Hospital General de Uriangato, donde
fueron atendidos de algunos golpes.
El subprocurador de Justicia
de Celaya, Armando Amaro Vallejo, informó que se inició una averiguación
en la Subprocuraduría de Investigación Especializada (SIE) de la
Procuraduría General de Justicia del estado (PGJ) por el secuestro de
que fueron víctimas los dos europeos hace una semana.
La PGJE dio a
conocer que el traslado de los ciudadanos españoles y sus esposas fue
efectuado hoy a las 13:00 horas, luego de ser dados de alta por los
médicos del sanatorio donde estuvieron también protegidos por los
agentes estatales.
Por su parte, el ministro español de Asuntos
Exteriores, José Manuel García-Margallo, aseguró que los dos ciudadanos
españoles encontrados heridos en México tras desaparecer hace seis días
“están bien”, aunque no dio detalles de su situación.
En
entrevista con periodistas en Madrid, García-Margallo rechazó confirmar
la identidad de los españoles o sus circunstancias personales por
respeto a las familias, pero aseguró que su departamento sigue el caso
con atención y que ambos hombres se encuentran bien.
No es la primera vez
Michoacán
es uno de los estados que más sufren el azote del crimen organizado,
con presencia dominante del cártel de Los Caballeros Templarios.
De
acuerdo con informes de inteligencia, el 4 de diciembre del 2012 en
una visita que hicieron diplomáticos de la Unión Europea a la entidad en
busca de oportunidades de inversión, entregaron al presidente de la
Comisión Estatal de Derechos Humanos de Michoacán, José María Cázares
Solórzano, una lista de 200 desaparecidos en la entidad.
El mismo
comandante de la entones Secretaría de Seguridad Pública Federal,
Octavio Férris Leal, señaló que días después vino otra delegación
encabezada por alemanes, para ver el caso de tres jóvenes desaparecidos
en Paracho, el 26 de julio cuando asistieron a un festival mundial de
globos de Cantoya.
Luis Enrique Castañeda Nava, de 28 años; Diego
Antonio Maldonado, de 26, y Ana Belem Sánchez, del Movimiento Ciudadano
(MC) fueron sacados por la fuerza del hotel en que se hospedaban, y uno
de ellos es de descendencia alemana.
El agente explicó que uno de
los germanos, lamentó que debido al terror que ha sembrado el crimen
organizado en la región, los empleados del hotel “no hayan reportado ni
dado aviso de nada”, sino hasta que los padres de los tres jóvenes
presentaron la denuncia en Paracho.
De paso le dijo Férris Leal
que en esas circunstancias, la Comunidad Europea, no está dispuesta a
invertir en una entidad que está bajo el manto del crimen organizado.
Luego
se volvieron a entrevistar con el ombudsman michoacano y le dieron una
lista de 200 desaparecidos hasta ese día, para que investiguen. A la
fecha los enviados de la CE no han recibido noticias.
Fuente : proceso.
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