El mandatario poblano confirmó el pasado jueves que su gobierno adquirió a una empresa alemana (Maurer German Wheels GmbH) la ruleta que llegará a México en marzo.
Sin precisar su costo, reconoció que en primera instancia se tiene previsto colocar el juego mecánico en el Paseo Bravo, ubicado en el perímetro del Centro Histórico de Puebla.
De acuerdo con información publicada por el diario Reforma, un empresario alemán reveló que este juego mecánico –catalogado como la “rueda de la fortuna transportable más grande del mundo”– costará una “cifra de dos números seguida de seis ceros” en euros.
Según esta información, la rueda modelo R80XL tiene capacidad para 430 personas, un diámetro de 74 metros y una altura de 78 metros.
Estas dimensiones volvieron a causar controversia entre los académicos e investigadores que han acusado a Moreno Valle de querer convertir al Centro Histórico de Puebla en un “Disney World”.
La arquitecta Sonia Espinosa Martínez, presidenta del Comité Mexicano para la Conservación del Patrimonio Industrial, dijo que en todo caso, si el gobierno estatal ya invirtió en este juego mecánico, podría elegir otro lugar para instalarlo, como Angelópolis, considerada la zona moderna de Puebla.
Al igual que las torres del teleférico, una de las cuales se construye en el Barrio del Artista con una altura de 70 metros, esta rueda de la fortuna, que tendría al menos 78 metros, rompería con el paisaje arquitectónico de Puebla, que es en esencia colonial. Ambas obras superarían la altura de las torres de la Catedral de Puebla que miden 68 metros.
El también especialista, Andrés Sánchez, recordó que otras ciudades como Austria y Vienna, que también cuentan con ruedas-observatorio de este tipo, las tienen ubicadas en espacios nuevos, no tan cercanos a la zona histórica.
“Igual pasa con la de Londres –refirió–, aunque su ubicación en cierta forma es en las cercanías de zonas históricas, está en otro contexto, en un espacio amplio en las cercanías del río, a diferencia de un espacio reducido como el del Paseo Bravo”.
Ubicar esta rueda en ese lugar, apuntó que además de destruir su traza y elementos históricos, afectaría otro espacio social de los poblanos.
El arqueólogo Sinhué Lucas Candgrave, secretario del mismo Comité, observó que, además, con estas dos obras, el gobierno poblano no está contemplando el impacto que tendrá el Centro Histórico en cuanto a congestionamientos vehiculares, demanda de estacionamientos, requerimientos de agua y drenaje, entre otros.
También, recordó que el turismo que llega a Puebla, lo hace en busca de la arquitectura colonial que aún conserva. “Los políticos mexicanos quieren dejar su impronta siempre con lo más grande, ya sea la mega biblioteca, la torre de luz, ahora la mega rueda de la fortuna, pero un lugar como Puebla, tan emblemático, por supuesto que sí se va a impactar ¿para qué? sólo para servir al ego de políticos que se van a ir bien pronto”, reclamó.
El especialista en restauración, Máximo Sánchez Aranda, insistió en que si el gobierno quiere introducir un atractivo moderno para el turismo, que lo haga en el “área moderna” de Puebla, como es la zona de Angelópolis, donde hay edificios modernos, centros comerciales y se acaba de inaugurar un parque ecológico.
Los académicos advirtieron que igual que ocurre con el caso del proyecto del teleférico, que está detenido por un amparo del Comité Ciudadano de Defensa al Patrimonio Histórico, Cultural y Ambiental de Puebla, también podrían interponer un amparo para oponerse a una nueva afectación al paisaje renacentista de Puebla.
En tanto que el secretario general del comité del PRI, Iván Galindo, consideró que la compra de esta rueda es un acto de “megalomanía” del gobernador, por lo que anunció que su partido emprendería acciones para obligar a la administración panista a cancelar ese proyecto.
Fuente : proceso
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