(Foto: laprensa.com.ni) |
Los oficiales de inteligencia, identificados en el proceso como Código 1 y Código 2, refirieron que las autoridades nicaragüenses no se atrevían a inspeccionar a fondo las seis camionetas en las que viajaba el grupo, pues sus tripulantes les habían advertido que el equipo de televisión que llevaban valía 5 millones de dólares y podía dañarse con facilidad.
Por órdenes de Alatorre algunos miembros del grupo comenzaron a grabar a los agentes y se mantuvieron los vehículos encendidos, pues la líder del grupo arguyó que si los apagaban podrían perder la señal satelital.
Alatorre también realizó llamadas supuestamente a directivos de Televisa e incluso mencionó al periodista Joaquín López Dóriga en un intento por acreditar su pertenencia a la televisora.
Pero al ser interrogados, los mexicanos comenzaron a caer en contradicciones. Alatorre pasó de alegar secrecía periodística en una supuesta investigación de funcionarios de Nicaragua, a decir que investigaba a un empresario mexicano por lavado de dinero, quien tenía negocios en toda Centroamérica y había comenzado a construir hoteles en la región. Luego diría que ese empresario era Carlos Slim, a quien incluso relacionó con la cadena Wal-Mart.
Los agentes que dieron estos testimonios se presentaron encapuchados al juicio, como una medida de seguridad. El proceso judicial , que se suspendió a las 21 horas de ayer, se reanuda hoy a las 13 horas, y se espera que hoy comparezcan los nueve testigos restantes de los 17 que presentará la Fiscalía.
Una vez que termine el juicio, el juez Edgard Altamirano tendrá hasta seis días para anunciar la sentencia.
(Con informacion de aristegui noticias)
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