Estamos a punto de terminar este gran año 2012. El año más controvertido de la historia.
Que si las profecías Mayas, que si el salto cuántico, que si llegarán
los extraterrestres, que si se acabará el mundo… mmm… no lo creo.
De lo que si estoy segura es que la humanidad y el planeta ya no es igual que hace 50 o 100 años.
Debe de haber una evolución en nuestra especie y un cambio incluso
geográfico en el planeta que es completamente inevitable y lógico. Si
pensamos que realmente llevamos ya miles de años siendo los mismos
humanitos y la tierra estaba exactamente en la misma posición geográfica
de siempre, que aburrido sería, nos cerraríamos a que somos un planeta
lleno de seres que cambiantes, mutantes y evolutivos por naturaleza.
Los cambios han sido evidentes, nuestra evolutiva tierra se ha
reacomodado ¡y lo que le falta! incluso el sol ha cambiado y esto está
comprobado científicamente. Entonces me pregunto yo: ¿Realmente creemos
que nosotros no vamos o estamos cambiando?
Yo creo que sí.
Quiero hacer una reflexión con ustedes. Escuché hace poco a un
comunicador que me hizo pensar mucho en el momento que hizo este
comparativo y lo quiero compartir con ustedes.
A pesar de muchas cosas somos animales que nos podemos dividir en tres tipos por nuestra forma de actuar y vivir.
Las carpas que son las víctimas, que comen el alimento de los demás
esperan a que el resto produzca y ellas invaden y dependen de las demás
especies reproduciéndose rápidamente como una plaga y acabando con
ecosistemas enteros. Garrapatas energéticas que no sobreviven más que
dependiendo del otro.
Los tiburones son los gandallas, los que parten del punto de que no
hay nada suficiente y deben de ser depredadores, matan por miedo a ser
muertos, viven para sobrevivir haciendo lo que sea para lograr su
objetivo.
Y por último los delfines, los sabios, ellos no buscan su
supervivencia, lo que más les importa es la vivencia, el solo hecho de
vivir. Disfrutar la experiencia sabiendo que el mar tiene todo y de todo
para todos con una capacidad de transformarse para proveer. No
necesitan de nada y disfrutan de su propia naturaleza bondadosa y
creadora.
Hoy te pregunto a ti al acabar este año ¿qué clase de animal eres y
en cual te quieres convertir? ¿Será que en este simple ejemplo estará
nuestra evolución como humanidad?
Pienso es muy cierto y tenemos que dejar de preocuparnos y ocuparnos
porque entre más delfines existan en el mar mejor será la vida para
todos.
(Con informacionde Ferriz.com)
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