Mientras que al gobernador saliente de Tabasco, Andrés Granier, se le
acusa de haber permitido un desvío de recursos por mil 200 millones de
pesos, y la asignación de contratos por 2 mil millones de pesos a
colaboradores cercanos y amigos, la entidad vive una de las peores
crisis financieras de su historia: se tiene sin pagos a maestros,
burócratas y proveedores, en tanto que los hospitales del sector salud
carecen hasta de jeringas para atender a los pacientes…
MÉXICO, D.F. (Proceso).- Para muchos tabasqueños este fin de
año es tortuoso: Las arcas del estado han sido saqueadas, no hay dinero
para hacer pagos a empleados y proveedores, y los hospitales y las
clínicas del sector salud carecen de recursos básicos para brindar
atención a los pacientes.
El desfalco de mil 200 millones de pesos
que se atribuye al gobernador Andrés Granier y colaboradores afecta a
maestros, burócratas, ministerios públicos y peritos que no han recibido
sus salarios, en tanto que miles de proveedores ya hacen fila para
cobrar ante el nuevo gobernador, Arturo Núñez Jiménez, una vez que tome
posesión del cargo el 1 de enero (Proceso 1884).
Mientras
Tabasco sufre una de las peores crisis financieras y económicas de su
historia, que lo ubicó en el último lugar del desarrollo social entre
los estados el país, Granier prepara sus maletas para irse, enriquecido,
junto con sus socios, entre ellos su hijo Fabián y un grupo de
funcionarios cercanos que hicieron fortuna en los últimos seis años.
De
acuerdo con documentación oficial que tiene este semanario, un grupo de
legisladores tabasqueños se alistan para reactivar una demanda en
contra del mandatario estatal, a quien acusan de haber permitido el
desvío de recursos federales y la asignación de contratos por cerca de 2
mil millones de pesos a un grupo de amigos, algunos de los cuales
incluso crearon empresas fantasma.
Según reportes confidenciales,
son cuatro los principales beneficiados por la asignación de contratos
de obra. Entre ellos está el mismo secretario de Asentamientos y Obras
Públicas, Héctor López Peralta, quien a través de 15 empresas
registradas con prestanombres presuntamente recibió 127 obras, desde
2007, con un valor de 633 millones 561 mil 921 pesos.
También
aparecen: José Luis Alday Hernández, titular de la Dirección de Control y
Auditoría a Obra Pública, con tres empresas a las que adjudicaron 13
obras por 34 millones de pesos en los últimos cinco años, y José Enrique
Jiménez López, encargado de seguimiento de obra pública de la
Secretaría de la Contraloría, con cuatro empresas que habrían obtenido
13 obras por 37 millones de pesos.
El empresario Manuel
Santandreu, con 10 empresas registradas, sería el más favorecido del
sexenio de Granier, al recibir mil 214 millones 564 mil 369 pesos por 15
obras públicas.
El exdiputado federal del PRD Rafael Elías
Sánchez, quien junto con el diputado local Juan José Peralta Fócil puso
una demanda penal en contra del exsecretario de Salud Luis Felipe Graham
Zapata por desvío de 175 millones de pesos, manifiesta en entrevista
que a partir de la llegada de Núñez Jiménez al gobierno piensan ampliar
la demanda que se interpuso en la Procuraduría General del Estado contra
Andrés Granier por irregularidades en la asignación de obras.
“Todas
las obras públicas las hizo (Granier) a través del secretario de Obra
Pública, Héctor Manuel López Peralta, quien creó empresas fantasma para
asignárselas. Lo mismo pasó en el sector salud, donde asignaban las
compras a empresas de la familia de Felipe Graham y a constructores
estrella como Manuel Santandreu.
“Esto le pegó mucho a la economía
estatal porque todas las ganancias que tuvieron se las llevaron a sus
negocios en Playa del Carmen y Cancún. Los verdaderos constructores se
vieron afectados junto con sus empleados y familias. La responsabilidad
es del gobernador”, denuncia Elías Sánchez.
–¿Todo esto se tiene documentado?
–Todo.
Hay listas de nombres de empresarios que se relacionan unos con otros,
de empresas fantasma creadas para sacar provecho. López Peralta creó
cinco empresas al principio y terminó con 15 para que no aparecieran las
mismas en los concursos. Así, toda la obra pública la acaparó. Había
otros socios, como Manuel Santandreu, a quien incluso le crearon una
partida presupuestal para que nadie le tocara el dinero y cada mes
pudiera llegar directo a su cuenta bancaria. Era uno de los consentidos,
de los intocables.
Según el exlegislador, no hay un solo rubro
del gobierno de Granier donde no se hubieran presentado irregularidades y
corrupción.
En educación, por ejemplo, existe un déficit de 736
millones 254 mil pesos que la titular del ramo, Deyanira Camacho Javier,
reconoció en una nota informativa confidencial enviada al gobernador el
19 de septiembre pasado.
En dicho documento, la Secretaría de
Educación indica que no se dispone de los suficientes recursos para
pagar a los maestros y otros trabajadores, por lo que es urgente contar
con ellos para entregarlos al personal federalizado y subsidiado en
forma de salarios, aguinaldos y reconocimientos.
Otro de los
rubros con irregularidades es la renta de aeronaves al servicio del
gobierno de Granier. Los informes indican que el gobierno de Tabasco
pagó a Servicios Aéreos Milenio, S.A. de C.V., 10 millones de dólares
anuales por la renta de un avión Learjet 45 y dos helicópteros: un Bell
407 tipo ejecutivo y un Augusta no aptos para rescates o emergencias.
Los
informes asientan que Servicios Aéreos Milenio es propiedad del
exgoberndor de Puebla Mario Marín Torres y del exdiputado Ricardo Urzúa
Rivera, quienes realizan los contratos con Amílcar Sala Villanueva,
amigo de Granier.
El capitán piloto aviador Jorge Clemente Navarro
realizó un estudio donde recomienda la compra de cuatro aeronaves (dos
aviones y dos helicópteros), con lo cual se tendría un activo y un
ahorro de 3 millones de dólares. No obstante, esa recomendación no se
tomó en cuenta y continuó el arrendamiento de las aeronaves a la
compañía del exgobernador de Puebla.
(Extracto del reportaje que se publica en Proceso 1887, ya en circulación)
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