(OEM-Informex).- Cuatro meses han bastado para que la inexperiencia en la administración pública de parte del gobernador Manuel Velasco Coello haya generado una parálisis económica que mantiene al borde del precipicio a la clase empresarial y la productividad en el campo, además de que los empleos van a la baja lo que ha generado desesperación entre la ciudadanía.
Ciudadanos entrevistados por Organización Editorial Mexicana (OEM) lamentaron que en este primer cuatrimestre no haya aún tareas concretas para elaborar el Plan Estatal de Desarrollo que dé visión de futuro y crecimiento en la entidad y por tanto prevalezca la desorganización gubernamental. "No hay anuncios oficiales de construcción de obra pública de primer nivel", señalaron.
El supuesto pronunciamiento de una inmediata rehabilitación de la red carretera, no se ve para cuando pueda concretarse pues empresarios y constructores tienen parado su equipo y sin trabajo a su gente. Además de que el gobierno les adeuda cuantiosas facturas, por lo que hasta el momento la maquinaria sigue varada y la mano de obra esperando que haya dinero para ponerse a trabajar.
Lamentaron que la ingobernabilidad y la falta de mano dura para aplicar la justicia estén generadas por la falta de un gabinete de funcionarios confiables y de primer nivel que debieron haberse designado y entrado en funciones desde el primer minuto del 8 de diciembre de 2012.
Otros tuxtlecos cuestionados manifestaron su inconformidad por "tener un gabinete legal y ampliado parchado, con hombres que están trabajando para cubrirse las espaldas por la forma en que derrocharon el dinero en el sexenio de Juan Sabines. No es posible que a cuatro meses del nuevo gobierno no se sepa en qué se invirtieron más de 40 mil millones de pesos que se heredaron como deuda. Simplemente el 'joven' gobernador no ha mostrado contundencia para gobernarnos. Se nota que la inexperiencia le está ganando la batalla", manifestaron
Baste mencionar que en la Secretaría General de Gobierno y la Procuraduría General de Justicia del Estado, que son las dos dependencias que deben generar gobernabilidad y certeza en el transitar político y legal de la entidad, permanecen en manos de funcionarios puestos por Juan Sabines; lo cual ha provocado recurrentes críticas pues argumentan que no existe autoridad para desprenderse de las herencias del gobierno pasado, o bien, se está protegiendo los intereses de un gobierno que despilfarró los recursos públicos dejando al estado en bancarrota.
VACÍO DE PODER
La economía está paralizada porque la inversión pública no fluye hacia los sectores productivos ni a las obras de infraestructura; por el contrario, las deudas del gobierno con el sector de la construcción siguen pendientes y son fuente de constante reclamo para que se cumplan con los pagos atrasados.
Por su parte, los comerciantes también están asfixiados por la falta de circulante y por la ausencia de programas oficiales que fomenten las actividades empresariales. El inicio de año ha sido devastador para muchos negocios, porque las ventas han disminuido mucho más que en años anteriores.
La inconformidad social ante un gobierno que carece de brújula para satisfacer las necesidades más urgentes de los chiapanecos es creciente. En las últimas semanas, la capital ha sido escenario de numerosas marchas de protesta de organizaciones campesinas y urbanas, cuyos reclamos van desde la reactivación de apoyos gubernamentales, exigencias de justicia y seguridad pública, hasta demandas para que se encarcelen a los exfuncionarios públicos que saquearon las arcas estatales.
Pese a estas circunstancias, el gobierno de Manuel Velasco se ha mostrado incapaz de dar respuestas a estos problemas que muestran vacío de poder y que podrían llevar a la ingobernabilidad.
Fuente : El heraldo de Chiapas
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